Por Óscar Osorio Ospina
Si bien una multinacional retiró la solicitud de título minero, hace menos de un mes llegó una petición nueva a la Agencia Nacional Minera, entidad que ha venido informando a cuenta-gotas lo relacionado con esta actividad que compromete tanto a Belén de Umbría como a otros municipios.
“La Agencia Nacional Minera nos ocultó información”. Esta contundente afirmación la hizo el alcalde de Belén de Umbría, Jesús Antonio Bermúdez, al ser consultado sobre la muy seria amenaza que se cierne sobre este municipio, así como los restantes 13 que conforman el departamento, ante el avance de la megaminería a cielo abierto en Risaralda. Y, como lo agrega el alcalde, la pretensión de este organismo oficial es concesionar a empresas mineras casi todo el territorio de pueblo, “hasta el casco urbano y el atrio de la iglesia”.
El 27 de diciembre de 2021 la Agencia Nacional Minera expidió la Resolución 233 mediante la cual se crea una ZRP (Zona Reservada con Potencial Minero) que incluye a los municipios de Belén de Umbría, Mistrató y Guática (Risaralda) y Anserma (Caldas), con el fin de otorgarla en contratos de concesión. Según esa agencia el 97.1% del territorio de Belén (17.533 hectáreas) es considerado como susceptible de ser concesionado para explotación minera, de lo cual solo quedan excluidas las 517 hectáreas que corresponden al Parque Natural Municipal Santa Emilia.
De acuerdo con un documento de la propia Agencia Nacional Minera, existe un paquete de solicitudes de explotación minera que abarcan un total de 9.494 hectáreas que representan el 52.57% del total del territorio, de las cuales unas son para materiales de construcción y las restantes para oro y otros minerales preciosos como cobre. El pasado 10 de julio, la Sociedad de Exploraciones Northern Colombia SAS, que estaba tramitando un contrato de concesión sobre 5.921 hectáreas de esos cuatro municipios, envió un mensaje a la ANM solicitando la terminación de título por renuncia o mutuo acuerdo.
Si bien esto significó un alivio para el municipio, no solo quedan en trámite otras solicitudes de concesión, sino que a éstas se sumó una nueva correspondiente a la firma AGM Desarrollos, radicada el 23 de junio de 2022 bajo el número 506127 sobre un terreno de 9.986 hectáreas para exploración minera en Belén de Umbría y Apía y Viterbo (Caldas).
Como lo sostiene la presidenta del Concejo Municipal, Vanessa Benjumea, “estamos siendo muy atractivos por la riqueza de nuestro subsuelo, pero a los belumbrenses lo que nos importa es conservar nuestro territorio y recursos naturales, la gente y nuestra cultura y tradición y el Paisaje Cultural Cafetero, por eso estamos unidos luchando en contra de la megaminería”
Mientras todo esto sucedía, aparentemente nadie en Risaralda se había percatado de la amenaza que se venía encima de un departamento, cuyo 40% está bajo alguna figura de conservación, que puede ser un parque natural, un distrito, un suelo de conservación o una zona forestal protectora. Así lo denunció el director de la Cárder, Julio César Gómez, al señalar que “cuando se revisa el mapa minero que se ha pretendido montar en Risaralda, fácilmente podemos tener denunciados más del 70% del territorio y vemos que no se han sustraído esas áreas de protección”.
De hecho, como lo señala el alcalde de Belén de Umbría, fue una simple coincidencia la que permitió desenmascarar todo este entramado.
Las cosas ocurrieron así: en abril de este año, dado que no tenían licencia ambiental mediante un operativo de la Cárder y la Policía Nacional fueron cerradas las 11 ladrilleras artesanales que por más de 60 años han funcionado en Belén de Umbría y las cuales generan 500 empleo. La Alcaldía de Belén logró una especie de amnistía para reabrir temporalmente las ladrilleras e inició con la Gobernación de Risaralda los trámites ante la Agencia Nacional Minera para legalizarlas.
Semanas después las autoridades locales fueron citadas por la ANM a una reunión de coordinación y concurrencia, que se realizó en forma virtual el pasado 2 de junio. “Acepté la invitación porque creí que se iba a tratar el tema de las ladrilleras, pero solo allí nos destaparon todo lo que tenían guardado”, afirmó Bermúdez.
Este “guardado” eran dos solicitudes de concesión minera de dos multinacionales Northern Colombia SAS y Mataje Colombia para minería en gran escala de oro, cobre y plata. “Se había solicitado el 52% del territorio, incluido el casco urbano del municipio y nosotros no sabíamos”, precisó el alcalde.
Lo particular es que en la caracterización que de Belén de Umbría había entregado la propia Agencia Nacional Minera, con fundamento en un estudio de Ingeominas (hoy Servicio Geológico Colombiano) lo que supuestamente encontraron en este municipio fue materiales de construcción (arcilla, arena y gravilla) y materiales para fabricar acero. “Solo arcillas y material ferroso, en ninguna parte aparece que el municipio tenga oro, plata o cobre, pero eso sí lo sabían las empresas mineras que presentaron las solicitudes de exploración de esos minerales”, anotó el funcionario.
A eso se agrega que la ANM había advertido que los títulos mineros sobre las arcillas, para habilitar a las ladrilleras, no se podían conceder porque las áreas donde éstas operan en sectores como Puente Umbría ya estaban solicitadas por la Northern para explotación de oro y cobre. Ahora, ante la renuncia de esta multinacional a tal título, se supone que esa zona queda liberada y que los productores de ladrillo no deben tener ningún obstáculo para su legalización.
De otro lado, la Agencia Nacional Minera precisa que para declarar y delimitar las Áreas Estratégicas Mineras (AEM), con fundamento en sentencias tanto del Consejo de Estado como de la Corte Constitucional, son necesarios los siguientes pasos: realizar la concertación de las áreas reservadas que se definan de alto potencia, realizar una consulta previa de las áreas reservadas para poderlas declarar Áreas Estratégicas Mineras y gestionar la articulación con el uso definido en los POT para compatibilidad minera.
De la reunión de coordinación y concurrencia entre la Alcaldía y la ANM, realizada el 2 de junio, que resultó ser una celada para las autoridades locales pues no tenían idea de que se trataba, se elaboró un acta que debía ser firmada por el alcalde, Jesús Antonio Bermúdez, y la secretaria de Planeación, Francy Adriana Valencia Cano. Una vez firmada el acta, el ANM quedaba habilitada para convocar a la consulta previa mediante una audiencia pública de socialización, la cual propuso que también de hiciera en forma virtual.
Como el alcalde y la secretaria de negaron a firmar dicha acta, se paró también la convocatoria de la audiencia pública. Sin estos dos pasos no se puede decretar el Área Estratégica Minera y sin este marco tampoco se pueden otorgar licencias mineras.
Otro elemento a tener en cuenta es la Ley 2245 del 11 de julio de 2022, que acaba de expedir el Congreso, por medio de la cual se reconoce el Paisaje Cultural Cafetero Colombiano como patrimonio cultural de la nación, en cual están incluidas 82.073 hectáreas de 12 de los 14 municipios. Según la declaratoria hecha por UNESCO hace 11 años, el 25 de junio de 2011, en el departamento pertenecen al área principal del PCC 32.537 hectáreas de 10 municipios y 108 veredas y al área de amortiguación 49.536 hectáreas de dos municipios y 133 veredas, cuyos atributos cafeteros deben deben estar protegidos y preservados, sobre todo ante el impacto nefasto que sobre la biodiversidad y la caficultura representa la minería a gran escala.
De acuerdo con el director de desarrollo minero de Risaralda, Luis Alberto Hernández Laverde, en la actualidad en el departamento hay 82 títulos mineros otorgados y 130 en trámite ante la ANM, pero en su inmensa mayoría no tienen aún licencia ambiental. En ese listado se incluyen los dos títulos mineros de exploración de oro en Quinchía, una mina de manganeso de Apía, una mina de cuarzo en Mistrató, las 11 ladrilleras de Belén de Umbría y ocho canteras en distintos municipios donde se explotan materiales para la red vial.