Durante una conferencia de prensa a bordo del avión que lo trasladaba de regreso al Vaticano después de su visita a Marsella, el Papa Francisco condenó enérgicamente las leyes que buscan regular la eutanasia en Francia. El Papa afirmó que «con la vida no se juega», por lo que expresó su firme oposición a la legalización de la eutanasia.
El Pontífice negó haber discutido el tema de la eutanasia con el presidente francés, Emmanuel Macron, durante su reunión en Marsella, pero reconoció que había expresado su posición contraria en un encuentro anterior en el Vaticano.
La visita del Papa a Marsella se centró en los «Encuentros Mediterráneos», una iniciativa de la Iglesia católica que abordó principalmente la crisis migratoria en Europa. Sin embargo, el Papa aprovechó la oportunidad para reiterar su posición sobre la eutanasia.
Francisco enfatizó que «con la vida no se juega, ni al inicio, ni al final», y advirtió sobre la tendencia hacia «la política del no dolor y la eutanasia humanitaria». También hizo un llamado a ser cautelosos ante las «colonizaciones ideológicas que van contra la vida humana». Además, aseguró que “hoy en día se cancela la vida de los abuelos”.
El Gobierno francés prepara desde hace meses un proyecto de ley sobre la eutanasia. Inicialmente se planeaba presentar el texto en el Consejo de Ministros antes de la llegada del Papa a Marsella, pero se retrasó por razones de calendario de trabajo.
