Con el fin de garantizar la inocuidad de los productos que se venden en los expendios de carne, serán cerrados 65 de estos establecimientos por no cumplir con las condiciones mínimas del Decreto 1500 de 2007. Con esto el departamento se posiciona como una de las regiones que ejerce rigurosa inspección, vigilancia y control a este tipo de negocios.
En Risaralda 350 expendios han solicitado autorización sanitaria definitiva, de los cuales 286 cumplen con lo requerido para su funcionamiento, 116 están en proceso de cumplimiento y a los 65 restantes se les aplicará la medida sanitaria por no tener lo querido para su operación.
Sin autorización
“A estos establecimientos de expendio de carne no se les otorgaría la autorización sanitaria por lo cual no podrían seguir trabajando, y de seguir funcionando se les aplicaría el control policivo para su cierre. La decisión se tomó después de realizarse la Mesa de Racionalización Animal, en donde se evidenció que estos establecimientos no cumplen con las normas y por eso no pueden prestar sus servicios. Estas operaciones que inspección, vigilancia y control que se realizan actualmente han logrado posicionar a Risaralda como uno de los departamentos que mejor aplica estas acciones”, aseguró Alejandro Bartolo, coordinador de Factores de Riesgo del Consumo de la Secretaría de Salud departamental.
Desde la Mesa de Racionalización se continúa haciendo el llamado al Invima para garantizar el control efectivo de las guías de movilización en el transporte de carne en canales enteras, medias canales, cuartos de canal, deshuesada, empacada y demás subproductos comestibles de las especies bovina, bufalina y porcina.
Risaralda tiene ocho plantas de sacrificio animal, de las cuales seis son nacionales y dos de autoconsumo; por lo cual se garantiza el abastecimiento, además presentan el nivel de inocuidad adecuado de cárnicos.
Muy bien por los controles realizados que deberían extenderse el control a todos los negocios de comida y sobre todo a los que ya ocupan una buena parte de los andenes y otros espacios públicos. La política de todas las administraciones parece que es darle garrote a todo aquel que abre su negocio con toda la carga de impuestos. Pero se hacen los de la vista gorda con vendedores ambulantes, los cuales son intocables y se nota el miedo de las administraciones municipales el tratar de hacer algo. ESTAMOS INVADIDOS DE VENDEDORES AMBULANTES QUE INVADEN EL ESPACIO PUBLICO Y LA CANTIDAD DE INDIGENTES EN EL CENTRO DE PEREIRA. ESTO SE SALIO DE CONTROL HACE RATO Y LES QUEDO GRANDE.