Bajo ese lema, escritor y docente retó a los jóvenes a adquirir con mayor empeño habilidades y conocimientos para la vida.
Wilmar Ospina Mondragón es profesor de la institución educativa Ciudad Boquía, también enseña en la Universidad Tecnológica de Pereira y la Universidad Católica de Pereira, es autor de dos libros publicados de narrativa ‘Carne para caníbales’ una novela que ganó el premio del Plan Lector del Ministerio de Cultura el año pasado, ente que lo publicó en las 1545 bibliotecas públicas del país.
El también autor de Cartografía del mal, bajo la temática “Del aula al éxito” desarrolló la conferencia exponiendo que “creo que es lo que nos faltan los colombianos, corazón, y resultan que ustedes los jóvenes han sufrido de una gran tragedia a lo largo de la historia de nuestro país, nosotros los adultos también, pero ahí vamos cicatrizando y es que nos han desconectado el corazón de la razón y a veces cuando obramos con la razón chicos, somos demasiado impulsivos y pensamos que es lo que nosotros decimos y pare de contar”.
Expuso ante los estudiantes que a veces el corazón enseña más, porque si aprenden a manejar el corazón, entonces nivelarán la carga de la razón con lo lógico. “Cuando a veces obramos con el corazón, nos volvemos demasiado instintivos y también agredimos y si se dan cuenta, el colombiano promedio chicos, es un ser que permanentemente está agrediendo y auto agrediéndose. Entonces creo que es el momento de pensar que si hay una oportunidad para transformar a nuestra sociedad”.
Tras un ejercicio de lanzar el celular al piso y momentos después patearlo, los jóvenes reaccionaron con impacto y sorpresa, allí entraron en conexión con el panelista, quien demostró que a un objeto se le golpea, se le ofende, pero no reacciona ni siente, de lo contrario los humanos sí podemos ser agredidos y estropeados, proponiendo que se debe empezar por el respeto a sí mismos.
“Entonces creo que deberíamos enfocar estos pelados a entender el estudio no como el hecho de obtener un título, sino como la función social de pensar ideas para el futuro, porque este nos pone siempre entre la espada y la pared”.
Wilmar Ospina

“Creo que estamos en crisis su indiferencia que tenemos los humanos y estos jóvenes con respecto a lo que realmente es lo humano que es conectar el corazón con la razón respetar en el planeta en el que vivimos, que es cruzarnos por una cebra para respetar nuestra vida, que es hacer las tareas en el colegio y en la universidad para respetar nuestros procesos intelectivos, entonces esa crisis está mediada, quizás con la intervención de la tecnología y por una familia que le ha permitido al estudiante llegar al síndrome del emperador, es decir que el estudiante pierda la norma como una pauta de comportamiento y ya exceda los límites y haga lo que quiera.
Se debe desarrollar una autoconciencia, en torno al comportamiento y a la ética si yo fuera rector del colegio serían cinco horas de ética, dos de matemáticas y dos de castellano, porque si algo adolecemos en este momento y por eso es la crisis de la humanidad, es de los valores y de la ética.
Pero entiendo que la ética es la forma de comportarse a nivel del humano, los animales son instintivos. Nosotros somos éticos, pero en este momento incurrimos en unas faltas antitéticas y eso denota lo que vimos en el país: indiferencia, somos indolentes, no ayudamos al otro, pensamos que la tolerancia es que nos entiendan a nosotros, pero no toleramos entonces somos resilientes, pero herimos.
Quise al menos darle luces a estos muchachos para que entiendan que sí es necesario e importante estudiar y que sí, el estudio es la carta de salvación que tiene un pueblo como el nuestro, el colombiano que está siempre más arrinconado a la ignorancia, que verdaderamente a la capacidad y a la posibilidad de pensar y pensarse en el mundo”.