En Risaralda, más precisamente en Quinchía, continúa ‘viva’ la comunidad Umbra. Esta etnia indígena cuenta con su propia lengua que está en riesgo de desaparecer, al igual que sus tradiciones ancestrales.
Con el propósito de brindarle oportunidades laborales a esta comunidad asentada en el sector Naranjal de la Villa de los Cerros, la Gobernación montó un taller de confecciones que les ha permitido generar ingresos. Son más de 15 mujeres y hombres que hacen parte de esta estrategia y que pertenecen a la comunidad Umbra.
Ahora la meta es consolidar en Risaralda una marca de moda étnica y/o ancestral, proceso en que esta comunidad indígena juega un papel fundamental, por ello ya se iniciaron los procesos para capacitar a estas personas en materia de diseño de moda.
En entrevista con El Diario, Horacio Ladino Bartolo, líder de los Umbras en la zona de Naranjal, aseguró que “venimos con la moda, confeccionando diferentes prendas de vestir y ahora la apuesta es por una marca ancestral, para ello nos están apoyando para participar en Colombia Moda”.
Aunque este proceso apenas inicio, Horacio ya cuenta con unas ideas para confeccionar prendas de vestir únicas, inspiradas en la cultura Umbra, teniendo en los diseños temas como el Cerro Batero, la Roca del Agua (elemento sagrado para los Umbra), la naturaleza, entre otros.
“Queremos mostrarle al país y el mundo nuestra creatividad, nuestra cultura, la belleza de nuestro territorio, los sitios sagrados y mucho más”, fueron las palabras de Ladino Bartolo, quien a diferencia de muchos indígenas reconoce la importancia del papel de la mujer en la sociedad y el potencial que tienen en el diseño de moda y la confección.
En este propósito la administración departamental cuenta con aliado estratégico como es Inexmoda. Además de vincular el taller de Naranjal en el proceso de la marca ancestral, también hace parte de esta estrategia el taller de Guática, donde varias mujeres también confeccionan en el marco del programa Desarrollo con Sentimiento de Mujer.
