De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad de Vida del Dane, la percepción de pobreza por parte de los jefes de hogar o cónyuges de Colombia, volvió a crecer en el 2022 hasta llegar al 50,6%, en el caso de Risaralda la cifra alcanzó el 30,5%.
La percepción de pobreza según la ECV del Dane, por parte de los jefes de hogar o cónyuges colombianos creció el año pasado hasta llegar al 50,6%, nivel que se sitúa 12,7 puntos porcentuales por encima del registro previo a la pandemia, siendo la zona rural donde está más elevada la cifra.
En el caso de Risaralda donde según el estudio los hogares con jefatura femenina corresponden al 40,9%, la cifra de percepción de pobreza llegó a 30,5%, ubicándose no solo por debajo de la media nacional, sino también en el primer lugar entre los departamentos con menor cantidad de jefes de hogar o cónyuges que se consideran pobres.
Los departamentos que registran cifras superiores al 80% son: Vichada, Córdoba, Chocó y La Guajira, en tanto que el porcentaje fluctuó entre cerca de 30% y 40% en los departamentos del Eje Cafetero, Bogotá, Cundinamarca y San Andrés.
“El análisis del indicador según el sexo del jefe del hogar muestra una percepción de pobreza significativamente más alta en los hogares que tienen jefatura femenina, tanto en el consolidado del país como en las zonas urbana y rural”, advierte el Dane.
En arriendo
Según el estudio el 39,0% de los hogares del país habitaba una vivienda propia en 2022, porcentaje que incluye tanto a quienes habían terminado de pagarla como a quienes todavía la estaban pagando. Por su parte, el porcentaje de arrendatarios llegó al 40,2% y pasó a ser el tipo de tenencia predominante en el país.
La ciudad de Bogotá y el departamento de Risaralda continuaron siendo los de mayor porcentaje de hogares que habitan en condición de arrendatarios. (52,7% y 48,5%, respectivamente).
Déficit habitacional
La encuesta también explica que en 2022, el 30,4% de los hogares del país ocupaban viviendas en déficit habitacional, de las cuales la mayoría tenía deficiencias de tipo cualitativo, en particular hacinamiento mitigable y privaciones en el acceso a los servicios de agua para cocinar y saneamiento básico.
El análisis por departamentos muestra que los hogares con más deficiencias habitacionales se ubican en la Orinoquia-Amazonia, Chocó y San Andrés. Por su parte, en Bogotá, Cundinamarca, Valle y los departamentos del Eje Cafetero tienen los menores déficits habitacionales. En el caso de Risaralda la cifra llegó a los 17,3%.
“La percepción se alimenta de tres aspectos muy importantes, de lo que se ve, de lo que se escucha y de lo que se lee, y esa percepción surge muchas veces de lo que la gente puede escuchar en noticias o de lo que le cuentan…esas percepciones son muy inestables, un día puedes tener una concepción de algo y al otro día cambiarla, lo que ha venido sucediendo en el país, como los mensajes que se han enviado muchas veces hasta contradictorios, pues la gente se está llenando de incertidumbre y el panorama que ellos pueden visibilizar es que hacia futuro puedan vivir una mayor pobreza por esa misma incertidumbre”, explica Jhonier Cardona, experto en materia.