En los primeros meses del año, las ventas de viviendas en Colombia han experimentado una significativa disminución, según datos revelados por expertos del sector. Durante este 2023, se estima que se comercializarán alrededor de 125.600 unidades, lo cual representa una caída del 55% en comparación con el mismo período del año anterior.
El informe presentado por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) indica que, hasta marzo de este año, el sector de la construcción sufrió una contracción del 3,1% en su crecimiento económico. Sin embargo, es importante destacar que el segmento de construcción de edificaciones residenciales y no residenciales logró un modesto crecimiento del 2,6%, aunque se encuentra muy por debajo del crecimiento del 11,9% observado en el mismo período de 2022.
Por otro lado, la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) informó que, durante el primer trimestre, se registraron 32.838 unidades vendidas, lo que representa una variación negativa del 55,3%. Además, en abril se mantuvo la contracción en las ventas de vivienda nueva, con una caída del 62% en comparación con el mismo mes del año anterior.
En este contexto, Edwin Chiriví, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca, señaló que actualmente se requiere tres veces más tiempo para vender una vivienda. En abril de 2022, los constructores tardaban en promedio 5,3 meses en vender una Vivienda de Interés Social (VIS), mientras que en la actualidad deben esperar hasta 16,8 meses. En el caso del segmento de viviendas no VIS, el tiempo de venta se ha incrementado de 11,6 meses a 21,6 meses durante el mismo período.
Los analistas económicos de Bancolombia atribuyen esta situación a factores tanto de demanda como de oferta de vivienda. El aumento de las tasas de financiación, los mayores costos de construcción y las viviendas más costosas han encarecido la adquisición de vivienda en todo el país.
Los expertos de Bancolombia también señalan que la rotación de ventas de vivienda ha aumentado, lo que indica un mayor tiempo requerido para vender toda la oferta disponible. Para el segmento VIS, la rotación pasó de 10,4 meses en febrero a 12,6 meses en marzo, mientras que para el segmento no VIS aumentó de 15,5 meses a 16,4 meses en el mismo período.
Además, se ha observado una disminución en la disponibilidad de unidades debido a la finalización del programa de subsidios para viviendas no VIS y a las demoras en el inicio del programa para viviendas de interés social.
La disposición a comprar vivienda, medida por Fedesarrollo, se ubica en un preocupante -44,8%. Aunque esta medida ha disminuido en 3,5 puntos desde febrero, todavía se mantiene en niveles similares a los de la época de la pandemia. Bogotá, Cali y Barranquilla han mostrado una recuperación en este indicador, mientras que Medellín y Bucaramanga han experimentado una disminución.
El presidente de Camacol ha destacado la importancia de reactivar la actividad de construcción de viviendas para evitar riesgos en el empleo. Según sus declaraciones, las iniciaciones de nuevas obras de construcción de viviendas de interés social disminuyeron un 39% en abril en comparación con el mismo mes del año pasado. Ante esta situación, se hace necesario implementar políticas sectoriales y de vivienda que impulsen la actividad constructiva.