Con un flujo de 920 barriles por hora inició la operación del nuevo tramo del poliducto Salgar-Cartago-Yumbo, el cual tiene un recorrido desde Pereira, pasando los municipios de Dosquebradas y Santa Rosa, y finalizando en Chinchiná (Caldas), con una extensión de 55,2 kilómetros.
La obra se llevó a cabo con una medida de mitigación del riesgo alejando el poliducto de las áreas pobladas y así poder desarrollar una operación segura y confiable en el transporte de combustible al occidente del país, para evitar tragedias como la presentada en el sector de Villa Carola en el municipio de Dosquebradas en el año 2011, cuando una explosión del poliducto que pasaba por ese sector dejó 33 muertos y varias familias damnificadas.
“El proyecto tiene una relevancia muy especial para el Eje Cafetero, que tenía la expectativa de solucionar el tema de Dosquebradas y para nosotros como compañía también es muy importante poder realizar un proyecto en armonía con el entorno y siempre fue fundamental haber terminado y haberlo hecho bien trabajado de la mano de la comunidad y sobre todo respetando el paisaje cultural cafetero.
Así mismo el tramo que cruzaba por el sector de Villa Carola en Dosquebradas ya no se encuentra en operación y se debe retirar, posteriormente se debe limpiar y retirar las tuberías del lugar como mandan las licencias y los cánones ambientales, restituir el derecho de vía y dejar la zona como se encontró inicialmente.
El proyecto
El proyecto se llevó a cabo con la coordinación de Cenit, propietaria de los oliductos y los oleoductos del país quienes se encargan de garantizar que a través de la red que tienen instalada le llegue el combustible a todos los colombianos y garantizan también los mayores estándares de seguridad y construcción para brindarle a la comunidad una estructura limpia y segura.
En este proyecto de alta ingeniería fueron invertidos cerca de $ 81.000.000 de dólares y fueron necesarios 4600 tubos, cada uno de aproximadamente 12 metros de largo.
Empezó a construirse en mayo de 2018 y se emplearon 1300 personas, con un 61% de participación de mano de obra de la región cafetera.
“Todas las actividades de ingeniería que fueron necesarias para adelantar la construcción de este nuevo tramo se llevaron a cabo preservando la seguridad de la comunidad, el cuidado del medio ambiente, respetando la cultura indígena y conservando el Paisaje Cultural Cafetero, patrimonio y orgullo de los colombianos”, destacó el presidente de Ecopetrol, Felipe Bayón.
La variante Chinchiná-Pereira del poliducto Salgar-Cartago-Yumbo resulta imprescindible para Colombia, pues su infraestructura abastece de refinados como diésel, gasolina motor regular y extra, Jet A1 y gas licuado de petróleo, a la zona cafetera y al suroccidente del país.
Estas son algunas de las piesas arqueológicas que se encontraron en la construcción del nuevo poliducto.Legado y conservación
En su recorrido, el nuevo tramo del poliducto atravesó 7,5 kilómetros del Paisaje Cultural Cafetero, declarado por la Unesco patrimonio cultural de la humanidad, por lo que se trabajó de la mano con todas las entidades involucradas en el cuidado y preservación de este patrimonio.
Como parte de su legado, el nuevo tramo del poliducto deja para la región dos centros de pensamiento construidos en los resguardos Suratena y Altomira de la cultura embera chamí, en los que trabajaron personal 100% étnico y se invirtieron cerca de $2000 millones. Estos lugares fueron concertados en el marco de la Consulta Previa adelantada por las dos compañías con las comunidades indígenas, calificadas como fructíferas por todas las partes y un ejemplo de modelo exitoso para otros procesos en el país.
Así mismo, durante la construcción de la nueva línea del poliducto fue encontrada y recuperada la más grande colección arqueológica hallada en el Eje Cafetero.
Dentro de los hallazgos se encontraron cerca de 28.000 fragmentos cerámicos repartidos en dos mil años de ocupación humana, cerca de 1500 objetos de piedra, 104 piezas completas y una nariguera de oro. A esto se suman 14 tumbas, de las cuales ocho están en perfecto estado.
Todas estas piezas fueron entregadas a la Universidad Tecnológica de Pereira para su custodia y análisis.
Se destaca el cuidado por la riqueza de fauna y flora de la región, resultado de lo cual el proyecto rescató aproximadamente 3000 unidades de bromelias y orquídeas, así como 100 mil centímetros de epífitas no vasculares al igual que el ahuyentamiento y rescate de fauna silvestre.
