En la tarde del miércoles 10 de mayo, se realizó una manifestación masiva en la capital en la que participaron reservistas, pensionados, veteranos de la Fuerza Pública y sus familiares, con el objetivo de expresar su descontento ante las reformas y declaraciones del presidente Gustavo Petro. Según las cifras oficiales, cerca de 5.000 personas se unieron a la marcha, que comenzó a las 2:00 p. m. y culminó en la Plaza de Bolívar, frente al Senado y la Cámara de Representantes.
Durante el evento, se registraron enfrentamientos verbales entre los manifestantes y algunos transeúntes que no compartían los motivos de la protesta pacífica. A modo de rechazo, los participantes entonaron en conjunto la oración patria, como símbolo de desacuerdo con las reformas propuestas por el presidente Petro, que afectan a las Fuerzas Armadas, como el Ejército y la Policía Nacional.
Sin embargo, en un video que se filtró a través de redes sociales se observa a algunos manifestantes subiendo al monumento de Simón Bolívar y arrancando la bandera de la Guardia Indígena Nacional, que había sido colocada por integrantes de este colectivo en días anteriores. Cabe destacar que la semana pasada, en el mismo lugar, se convocó una minga social y comunitaria como acto de protesta contra el Gobierno Nacional, debido al incumplimiento de los acuerdos establecidos en el marco de la consulta previa del Plan Nacional de Desarrollo.
En el video de 2 minutos y 17 segundos, se puede observar a un grupo de seis hombres ayudando a otro individuo a subir a la estatua. Utilizando aparentemente una navaja, rasgan la bandera del colectivo indígena, mientras reciben gritos de apoyo y ofensas dirigidas al presidente actual. En la grabación, también se evidencia la intervención de una mujer que pide que no lo hagan, afirmando que es innecesario; no obstante, es víctima de insultos y acusaciones infundadas de pertenecer a un grupo guerrillero por simplemente cuestionar el acto.

El video generó opiniones encontradas en las redes sociales. Mientras algunos lo rechazan y lo consideran un acto de violencia simbólica, otros aplauden la intervención de los reservistas, argumentando que están protegiendo el legado histórico.
Esta acción ha aumentado la tensión en medio del clima político del país y plantea interrogantes sobre los límites de la libertad de expresión y el respeto hacia los símbolos patrios y culturales. Las autoridades aún no se han pronunciado al respecto, pero se espera que investiguen el incidente y tomen las medidas correspondientes para evitar futuros actos de violencia en las manifestaciones.