‘Charlas improbables’ del Obispo Rubén Darío Jaramillo Montoya
Rubén Darío Jaramillo Montoya, nació en Dosquebradas, estudio en la institución educativa Manuela Beltran y en el colegio Juvenal Cano Moreno se graduó en el año 1985, en el año 1986 inicia sus estudios en filosofía y teología en el seminario mayor de Pereira, al terminar su formación, trabaja en los municipios de Apía y Santuario en Risaralda, en Villa Santana fue párroco por tres años, su carrera continuó como director de CÁRITAS diocesana durante 10 años de 1997 al 2007, del 2007 al año 2010 fue rector de la universidad Católica de Pereira, en el 2010 se desempeñó como párroco en el barrio Santa Teresita de Dosquebradas, para el año 2011 cumple las labores como económo de la diócesis, trabajó con el obispo de Pereira Monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez en diferentes juntas directivas de la diócesis, en el 2017 regresa a cumplir una temporal como rector de la universidad Católica de Pereira, y en julio del mismo año fue elegido por el Papa Francisco para ser obispo, y a partir del 12 de agosto hasta el presente viene cumpliendo la labor religiosa como obispo de Buenaventura.

El trabajo social es una actividad que ha desempeñado a lo largo de su trayectoria, debido a su gusto por ayudar a los demás, el trabajo con las comunidades inició en Villa Santana y en Dosquebradas donde traves de acercamientos con los grupos delincuenciales de estos sectores empezó a ganar confianza y reconocimiento entre la comunidad religiosa y civil.
Buscando el bien de la ciudad en trabajo conjunto con Orlando Parra funda el colectivo ‘Pereiranos por la Paz’, en el 2013 nace ‘Ágora Cívica Pereira’ y desde este año forma parte de este grupo, formó parte de la junta directiva de la empresa ‘Aguas y Aguas’ y acompaña la sociedad de mejoras de obras públicas y otras instituciones.
El presente de su presencia
En Buenaventura viene realizando un trabajo social grande en busca de la paz, a la par viene trabajando en la construcción de un equipo de fútbol que lleva por nombre ‘Bentura Fútbol Club’ , entre sus logros se destaca la creación hace dos años del banco de alimentos de Buenaventura.
En el marco de ‘La paz total’ del presidente Petro, los líderes de las bandas delincuenciales buscaron al Obispo Rubén Darío para que les acompañara en este proceso, debido a la confianza que les generó que el obispo interviniera, entonces se reunió con un bando y luego con el otro y entre conversaciones se fue ampliando la confianza al punto de llegar a un acuerdo ‘Parar las muertes violentas y quitar las fronteras invisibles de toda la ciudad’.
Debido al avance positivo entre ambos bandos, se dio el acercamiento con el gobierno nacional a través de la oficina para el alto comisionado para la paz, quienes delegaron el papel de ‘Gestor de paz a nivel nacional’ al Obispo Rubén Darío.
Un laboratorio de paz
A través del diálogo y la generación de confianza se apuesta a la paz completa, que significa una paz con desarrollo y posibilidades para los jóvenes, actualmente se vienen realizando intervenciones en los barrios, se están construyendo cuatro canchas sintéticas con los mismos integrantes del programa, quienes también participan en los ‘Campeonatos por la paz’, el arte también está presente pues se planea pintar varios sectores de Buenaventura con pinturas de colores para llenar de vida el espacio y construir nuevos imaginarios; jóvenes y mujeres de los barrios donde se vienen desarrollando estas actividades sociales están recibiendo capacitación en temas de belleza, mecánica de motos y electricidad; son muchos los sueños que el Obispo tiene por cumplir y seguirá trabajando para contribuir a la paz que el país necesita.
La paz completa es un concepto que se refiere a la paz integral, en este momento se vienen adelantando trabajos con los grandes terminales portuarios que caracterizan esta ciudad; Empresarios, comerciantes, la academia, la administración distrital de Buenaventura, el gobierno nacional y departamental, las agencias de cooperación internacional y embajadas conforman la ‘Mesa social’ por otra parte está la ‘Mesa jurídica’ en la cual se debaten temas relacionados con la situación de cárcel en la que se encuentran muchos de los líderes de estas bandas, el objetivo es conocer cuál es la oferta en materia de garantías por parte del gobierno nacional para individuos que tienen órdenes de captura. Aunque el obispo y su equipo de trabajo cumplen la tarea base, se trabaja en estas dos líneas para abarcarlos a todos.
“Es un compromiso con el ser humano, cuando uno le ayuda a otro, le ayuda a Dios, Él mismo dijo, “Todo lo que hicisteis por uno de estos mis hermanos más pequeños, conmigo lo hicisteis”, los pequeños son ellos porque son los que nadie mira, los muchachos de las bandas delincuenciales son personas que han carecido de oportunidades, son víctimas que luego se vuelven victimarios y la idea es que la sociedad los arrope y los cobije para que ellos no se sientan despreciados, sino acogidos, y brindarle la oportunidad de que es es posible pasar la página, algunos no vana aceptar esto y seguirán y ya tendrá que entrar la justicia pero la gran mayoría son muchachos que no han tenido esa oportunidad de estudio” Obispo, Rubén Darío Jaramillo Montoya.