Aguas y Aguas es la empresa de servicios más importante y querida por los pereiranos; y lo que denuncian dos de los miembros de su Junta Directiva, no es de poca monta.
La semana pasada se conoció la carta de renuncia irrevocable a la Junta Directiva de la Sociedad Acueducto y Alcantarillado de Pereira S.A., de dos de sus miembros principales, los doctores Marta Manrique y Carlos Humberto Izasa, argumentando “graves deficiencias en el órgano ejecutivo” de la Empresa.
Dicen los renunciantes en su misiva que “los hechos de los últimos meses nos han llevado a adoptar esta determinación irrevocable, puesto que lo que hasta hace un tiempo correspondía al ejercicio libre, democrático y respetuoso de los fueros de cada uno de los integrantes de este cuerpo colegiado, hoy no lo es”. Y añaden, “algunas decisiones importantes, adoptadas con las mayorías estatutarias, han sido desconocidas y contrariadas por la gerencia. Nos referimos, en concreto, al tratamiento dado al tema DIAN”.
Y dicen más adelante, “notamos con suma preocupación que en los procesos contractuales, particularmente en los orientados a ejecutar obras públicas con los recursos de la Empresa, no solamente se han presentado reiteradas críticas por parte de profesionales afines a los objetivos, sin que se hayan atendido, a manera de autocrítica o reflexión, algunos de los argumentos expuestos”.
Y agregan, a manera de una clara y grave denuncia, “la convocatoria atropellada a una Junta Extraordinaria, en la madrugada de la víspera de la entrada en vigencia de la ley de garantías electorales, a través de la plataforma digital WhatsApp, sin la posibilidad de efectuar un debate pleno, existiendo razones justificadas para hacerlo, y de esa manera comprometer la capacidad contractual de la Empresa, mediante convenios interinstitucionales, en obras que le correspondían al Municipio, invocando la urgencia del acatamiento de un fallo judicial que tiene más de diez años de ejecutoria y adaptada con una mayoría precaria, para, quince días después, convocar a un Comité de Proyectos al cual se le informó de la incapacidad ejecutora de sus propias obras, crean muchas preocupaciones sobre la seriedad de su órgano ejecutivo”.
Y para redondear semejante bomba, dicen que “el caótico manejo administrativo dado al proyecto de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), el más emblemático de la región en toda su historia, hasta sumirlo en su total inexistencia, constituyó el puntillazo final de una gestión que podría terminar en un balance funesto para el Municipio y para sus ciudadanos”.
No pueden ser más graves los señalamientos de los doctores Izasa y Manrique a la actual administración de Aguas y Aguas y al manejo que se le ha dado a temas vitales para la Empresa y para el futuro de la Ciudad, como la PTAR y sobre el cual, entre otras cosas, todos los involucrados han guardado sospechoso silencio, empezando por el presidente de su junta, el alcalde Carlos Alberto Maya.
Aguas y Aguas es la empresa de servicios más importante y querida por los pereiranos; y lo que denuncian dos de los miembros de su Junta Directiva, no es de poca monta. Por eso, es necesario oír la voz del alcalde Maya y saber que han hecho los órganos de control para establecer responsabilidades en los graves señalamientos que hacen los doctores Izasa y Manrique, y mientras más ligero se haga, mucho mejor.