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jueves, noviembre 30, 2023

Es urgente una intervención

La muerte de una persona que fue arrollada por una ambulancia que circulaba a toda velocidad por el carril del sólo bus sin llevar un paciente y sin el permiso previo que estaba obligada a tener del Instituto de Movilidad para circular por el espacio reservado para el Megabús, pone nuevamente sobre el tapete un viejo problema que hay en la ciudad y que ha ya causado muchos accidentes, y es la circulación de estos vehículos a alta velocidad, con las sirenas prendidas y por el carril exclusivo de los articulados, sin estar atendiendo una real emergencia de salud.

Según lo confirmó el Instituto de Movilidad, el conductor de la ambulancia no había siquiera pedido permiso para ocupar el carril exclusivo y sin embargo viajaba por él, a alta velocidad y con las sirenas encendidas, violando todos los protocolos de seguridad establecidos para la atención de accidentes y el uso de las calzadas reservadas para el transporte publico masivo de pasajeros en la ciudad.

Lo que hizo el conductor del accidente es lo que hace la mayoría de las ambulancias que operan en la ciudad cuando se enteran de un siniestro de tránsito, especialmente en el que haya involucrada una moto, y es encender sus sirenas y emprender una carrera desbocada en la que se violan los semáforos, se invade el carril del Megabús no importa si se tiene o no permiso para utilizarlo y, en general, no se respetan las normas de tránsito para tratar de llegar primero al sitio del accidente.

Este es un problema que se ha vuelto crítico en la ciudad. Con frecuencia los otros vehículos y muchos peatones se ven todos los días a punto de ser chocados o arrollados por las ambulancias que, en el afán de llegar primero al lugar de un accidente, cometen toda clase de imprudencias.

Lo peor es que las autoridades de tránsito no hacen nada para ponerle orden a esto y castigar a los vehículos para la atención de emergencias que abusen de las especiales consideraciones que les otorga la ley cuando están atendiendo un accidente, o transportando un herido grave.

Lo corriente es que las ambulancias no soliciten el permiso para utilizar el carril del Megabús cuando van a atender un accidente, pero si lo utilicen irresponsablemente, o lo que es peor, lo invadan cuando ni siquiera están trabajando y simplemente quieren obviar algún trancón que hay en la vía.

Es urgente, pues, que, independiente de la entrada en vigencia el próximo mes de octubre del Sistema de Emergencias Médicas, con el que se espera corregir muchas anomalías en la prestación del servicio de ambulancia, las autoridades de tránsito establezcan todos los controles que permitan vigilar esta actividad y sancionar a quienes sin estar transportando pacientes transiten a toda velocidad con las sirenas prendidas por las calles de la ciudad y, peor aún, usurpando el carril exclusivo del Megabús.

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