Nada mejor que la fecha escogida sea precisamente el día del natalicio de quien mejor interpretó el amor que los pereiranos tienen por su ciudad, el poeta Luis Carlos González.
Hace catorce años el entonces concejal de Pereira Alonso Molina Corrales promovió y abanderó un Proyecto de Acuerdo con el propósito de reservar un día del año para rescatar, exaltar e invitar a conservar ese sentimiento tan propio de los pereiranos y que ha hecho tan singular la ciudad y sus gentes entre las muchas cosas para destacar que tiene la mayoría de las poblaciones colombianas.
Fue así como la Corporación escogió el día 26 de septiembre para recordar ese especial sentimiento que los pereiranos tienen por su ciudad y que hace que cada vez que son llamados a defenderla, a conseguir un propósito que parece imposible de lograr y a ratificar que el no apoyo de la nación para construir una obra o para sacar adelante un proyecto, no es obstáculo para lograrlo.
Y nada mejor que la fecha escogida sea el 26 de septiembre, precisamente el día del natalicio de quien mejor interpretó el amor que los pereiranos sienten por su ciudad, lo que son capaces de realizar por ella y la manera tan propia de hacerlo, el bardo mayor, el poeta de la tierra, Luis Carlos González Mejía.
Y para darle un toque de singularidad y de simbología propia a la fecha reservada para esta noble celebración, el Concejo Municipal la denominó como “El Día de la Pereiranidad”, un nombre que encierra como ninguno lo que el cantor mayor plasmó en cada línea, en cada estrofa, en cada verso y en cada poesía de las muchas que le escribió a la ciudad de sus amores, de sus ensueños y de sus desvelos.
La pereiranidad es entonces todo lo que permitió que la Ciudad tuviera, cuando el gobierno nos negara su apoyo y los vecinos desconocieran el derecho que teníamos, aeropuerto, hospital, estadio, ferrocarril, tranvía, villa olímpica, vías para la comunicación con el resto del país, universidad y transporte público masivo, y que pueda tener ahora, centro de convenciones, megacable y hospital de cuarto nivel.
A Pereira y a los pereiranos nada los amilana, ni nada les queda grande. Cuando la Ciudad es llamada a somatén todos sus habitantes se ponen de pie y se ponen a disposición de quienes están al frente del proyecto de turno y ofrecen todo lo que esté a su alcance y su capacidad para conseguirlo. Así ha quedado demostrado cada vez que han sido convocados para un propósito de ciudad.
Por eso, no solo ayer celebramos con entusiasmo el día que recuerda ese especial gen de nuestra raza, sino todo lo que, producto de ello, ha logrado la Ciudad y lo que de la mano de sus principales líderes y conductores está llamada a lograr y a construir para orgullo de todos los que están ligados por lazos indisolubles a esta tierra.