El diagnóstico evidencia que las mujeres afropereiranas, aún enfrentan grandes barreras para acceder a la interrupción voluntaria del embarazo (IVE) tales como: el desconocimiento del marco legal, la interpretación restrictiva del marco legal (Sentencias C-055 y C-355), así como la presencia de estereotipos y prejuicios frente al aborto.
Estas barreras se profundizan debido a la falta de registro de la etnia de las mujeres que buscan acceder a la IVE, lo cual incide de manera negativa en que se dé una atención diferencial y en que se respeten la cultura y las tradiciones, lo cual que derivan en riesgos para la vida y la salud de las mujeres; y las enfrenta a procedimientos clandestinos y a maternidades impuestas.
Cinco años
La Asociación Nacional de Mujeres Afrodescendientes Guadalupe Zapata, en alianza con La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres, realizó el análisis en un periodo de 5 años (de 2015 a 2020) y dentro de los principales resultados se encuentran:
En cuanto al enfoque étnico diferencial, las deficiencias se hacen evidentes al no contar con datos desagregados por pertenencia étnica, tampoco se cuenta con suficientes acciones para fortalecer las rutas de atención a mujeres y niñas afrodescendientes.
La Sentencia C-355 de 2006 tiene dieciséis años de vigencia, y su difusión, junto con los desarrollos normativos posteriores que la respaldan, no han sido suficientes ni son conocidos por las mujeres de comunidades afrodescendientes, por tanto, preocupa que esto también ocurra con la nueva Sentencia C-055 del 2022, que amplía el derecho a la IVE, dejando a voluntad de la mujer hasta la semana 24 de gestación la oportunidad de acceder a este derecho sin necesidad de causal o justificación alguna.
Cambiar este panorama
El trabajo al interior de las familias y de las comunidades se hace necesario para que la anticoncepción se vea como una opción legítima, parte de la vivencia plena de la sexualidad de las mujeres.
El Estado debe difundir entre las comunidades étnicas información veraz y efectiva de la seguridad que poseen los métodos con los cuales se realiza la IVE, para contrarrestar la falta de información que lleva a la desconfianza por parte de las mujeres.
Reconociendo la importancia de las formas tradicionales de constitución familiar por parte de las comunidades afro, se debe generar en las mujeres un contexto educativo y social que les permita la creación de un proyecto de vida propio, donde la maternidad sea una opción y no una obligación, y en esta medida, comprendan que la IVE es un derecho humano ligado a otros como la autonomía sobre el cuerpo y el libre desarrollo de la personalidad.
Enfoque ético diferencial
Este diagnóstico permitió identificar cómo los rasgos socioculturales inciden en el acceso a los derechos sexuales y reproductivos y a la IVE, por ejemplo:
Evidenció una desconfianza generalizada con respecto a la eficacia y seguridad de los métodos implementados por la medicina occidental para la IVE, creen que los procedimientos (especialmente hablaron del legrado 3) son agresivos y violentos, por ello consideran más seguro y efectivo recurrir a métodos de medicina tradicional.
Así como que las mujeres afropereiranas consideran que, en temas de salud sexual y reproductiva, la calidad de los servicios prestados por las IPS, centros de salud u hospitales, no es óptima, puesto que no brindan la información adecuada y completa.
Por otra parte, la maternidad se sigue viendo como el destino de las mujeres y se señala a quienes optan por interrumpir su embarazo, por ello sigue siendo un tema que es sancionado socialmente y se mantiene en secreto. No obstante, las mujeres jóvenes tienen una apertura a conocer del tema y a tomar decisiones frente a su cuerpo y a su proyecto de vida de manera autónoma.
Es por ello que se hace necesario que el aborto continúe en el debate público y que las mujeres accedan a información real y verificable para tomar decisiones informadas, esto teniendo en cuenta además las altas cifras de embarazos no deseados a temprana edad.
También es necesario que las organizaciones sociales afro aborden los derechos sexuales y reproductivos, en particular el acceso a la IVE para avanzar en la exigibilidad de este derecho, que permita reconocer las cifras de acceso, el desarrollo de procesos educativos y el acceso a servicios de salud con un enfoque étnico diferencial, respetuoso y humanizado.