Darse cuenta y aceptar el padecimiento es el primer paso para salvar vidas.
La depresión es una enfermedad común pero grave que interfiere con la vida diaria, la capacidad para trabajar, dormir, estudiar, comer y disfrutar de la vida es causada por una combinación de factores genéticos, biológicos, ambientales y psicológicos, se trata de mucho más que sentirse triste, lo cual hace parte de los estados de ánimo normales de los seres humanos, pero cuando se presentan pensamientos negativos recurrentes, falta de proyección hacia el futuro, e incluso ideación suicida, se puede estar hablando de un trastorno depresivo cuyo peligro más extremo es la autoeliminación “Entre más días van pasando más se van agravando los síntomas, es importante aprender a determinar cuándo buscar ayuda” manifiesta al respecto, Uriel Escobar Barrios, médico psiquiatra de la ciudad de Pereira quien además insiste en que “la tristeza es un estado temporal, se puede tener en cualquier momento de la vida” reconociendo que nadie puede estar feliz todo el tiempo, sentirse abatidos es parte de las vivencias propias del ser humano, más no una constante.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, las investigaciones indican que el riesgo genético para la depresión es el resultado de la influencia de varios genes que actúan junto con factores ambientales y otros factores de riesgo, e incluso algunos tipos de depresión tienden a darse en familias. Sin embargo, la depresión también puede ocurrir en personas sin antecedentes familiares de esta patología.
Reconociendo los sentimientos
Cuando los sentimientos de tristeza, pérdida, ira o frustración interfieren con la vida diaria de las personas durante un período de tiempo son frecuentes se recomienda asistir al médico general quien puede determinar si la persona está atravesando un episodio de crisis emocional que pueda convertirse en un cuadro depresivo severo, la OMS estima que la enfermedad afecta a un 3,8% de la población, incluidos un 5% de los adultos y un 5,7% de los adultos de más de 60 años, a escala mundial, aproximadamente 280 millones de personas tienen depresión, mientras que la misma entidad informa que Colombia es el octavo país con mayor índice de depresión en el mundo, motivo por el cual no es de extrañar que entre entre enero y febrero Medicina Legal reportara 397 suicidios en el país, mientras que de enero a noviembre de 2021 se registraron 2.350 casos.
Precisamente, Cristian Muñoz, médico psiquiatra adscrito a Colsanitas, explica que “la depresión es un trastorno neurobiológico que afecta la salud mental y bienestar. Dentro de los síntomas que manifiestan las personas con esta patología están: sentimientos de tristeza, irritabilidad, llanto, desesperanza, pérdida de interés, alteraciones en el sueño o apetito, cansancio, ansiedad, incapacidad para razonar, dificultad para concentrarse o tomar decisiones, e ideas suicidas”
Quienes rodean a pacientes con depresión, deben conocer cada vez más acerca de esta patología a fin de brindar apoyo en un momento que sea necesario, convivir con una persona depresiva no es sencillo debe haber un compromiso real y genuino por entender mejor la salud mental, cuestionar las ideas y prejuicios en torno a este tema y ser de utilidad para la persona que lo necesita.
Aunque tener buenas intenciones es el primer paso para ayudar, no es suficiente. Es esencial informarse para brindar el soporte adecuado a las necesidades de cada persona, eligiendo muy bien el consejo y las palabras de apoyo que se puede brindar.
Tener disposición para acompañar a una persona durante su depresión es una gran responsabilidad, por ello, el psicólogo Óscar Castro, coordinador de la especialización en psicología clínica de la Fundación Universitaria Sanitas recomienda investigar acerca de la enfermedad, conocer lo que genera crisis o riesgo, ser empático, conocer los diferentes tipos de redes de apoyo, no sobrecargarse al tratar de apoyar a una persona deprmida o al sufior depresión, y entender la enfermedad como un proceso que puede tener altas y bajas, después de todo a veces es justo decir “Hoy quiero descansar y desconectarme”, y hacerlo sin sentirse culpable.
Frases que usted debe evitar decirle a una persona con depresión:
- Arriba ese ánimo, disfrute la vida. Esta frase desconoce la enfermedad e invalida lo que está experimentando la persona con depresión.
- No se le nota la tristeza, se ve feliz. Una sonrisa, reír a carcajadas o que la persona tenga buenas experiencias no significa que tenga un diagnóstico diferente.
- Hay situaciones peores, ponga de su parte. Aunque para muchos afrontar las situaciones cotidianas sea fácil, las personas con depresión tienen mayores retos en este sentido.
- Su vida es hermosa, no sea egoísta. Esta frase hace que la persona con depresión se sienta juzgada y culpable por su propio padecimiento, lo que termina poniendo una carga mayor sobre ella.
- Mañana lo superará, todo pasa. El optimismo no es suficiente para alguien con depresión. La persona que padece esta enfermedad debe recibir acompañamiento y tratamiento médico especializado.
No todas las personas con enfermedades depresivas experimentan los mismos síntomas. La gravedad, frecuencia y duración de los síntomas varían dependiendo de la persona y su enfermedad en particular.