Precisamente este fue uno de los temas de reflexión durante la realización del primer foro “Construcción de Paz en los Territorios”, evento organizado por la Personería de Pereira y que contó con el acompañamiento de la Procuraduría y la exposición de diferentes investigadores universitarios.
Una de las principales conclusiones de este importante foro es que la paz social, no la de los acuerdos, sino la que se vive en el día en todos los rincones de Colombia, está lejos de alcanzarse.
Ernesto Amézquita, procurador regional de Risaralda, manifestó que “la construcción de la paz no solo se logra en una mesa de negociación con grupos armados ilegales, esta se forma desde la familia, la escuela, el colegio, la universidad, el trabajo, el barrio, etc. Todos podemos aportar a la construcción de la paz, no importa dónde nos encontramos”.
Aunque los asesinatos en las zonas donde tenía influencia la exguerrilla de la Farc disminuyeron considerablemente, el país está lejos de alcanzar una verdadera paz, así lo evidencian las cifras que señalan 42.000 desaparecidos en Colombia, 702 líderes y lideresas asesinadas y los 135 excombatientes que fueron ultimados después de dejar las armas.
Amézquita argumentó que los asesinatos de los excombatientes, son enormes escollos para futuros acuerdos de paz, porque al no haber una garantía para dejar las armas, lo más posible es que otros grupos armados ilegales no se sienten a la mesa a buscar una paz a través del diálogo.
Sandra Lorena Cárdenas, personera de Pereira, señaló que “los acuerdos de paz permiten el inicio de una paz política, pero hace falta realizar importantes acciones que permitan evidenciar la concreción de la paz social. Esta consiste en derrotar o derribar toda forma de violencia, no solamente la violencia directa que implica la existencia de un conflicto, también la violencia estructural que es la que no permite la realización del ser humano, por ejemplo tener un sistema de salud deficiente, la pobreza absoluta y la brecha de ricos y pobres, son muestras de que la violencia estructural aún persiste en el Estado”.
Agrego la Personera que “la paz esta en todos nosotros, se muestra cuando tenemos un conflicto con un igual y lo solucionamos a través del diálogo, esto se debe ver en la familia, en el ámbito laboral, en cualquier escenario en el que interactuemos, se deben aplicar los principios de la solidaridad, el diálogo y el respeto”.
Papel de la academia
Un aspecto en el que hubo, prácticamente, un consenso general durante el foro Construcción de Paz en los Territorios, es el papel fundamental que juega la academia en la construcción de la paz verdadera.
Germán Antonio Caldas Vera, procurador delegado para el seguimiento de los acuerdos de paz, recalcó que en las instituciones de educación se debe empezar a hablar y construir la paz.
Durante el foro Construcción de Paz en los Territorios, varios investigadores universitarios mostraron sus trabajos relacionados con las causas de los diferentes conflictos armados que ha tenido el país a lo largo de su historia.
Por ejemplo, Orlando Rodríguez de la Universidad Tecnológica de Pereira, afirmó que en la mayoría de los conflictos armados colombianos hay un común denominador, y es la tenencia de la tierra.
Expuso Rodríguez en su trabajo que en el país los recursos naturales, en vez de ser una bendición, se han convertido en ‘combustible’ para el conflicto. Y es que precisamente las zonas mineras, por ejemplo, se transformaron en focos de violencia.