Una semana después de la tragedia que sacudió a Turquía y Siria, luego de la cadena de sismos azotaron a ambos países del continente asiático, las autoridades turcas han reportado más de 35.000 víctimas mortales; en tanto que el gobierno sirio ha contabilizado cerca de 3.600 fallecidos.
LA CIFRA
Mas de 35.000 personas perdieron la vida, aunque la cifra podría aumentar con el pasar de los días; mientras que unos 80.000 ciudadanos resultaron lesionados tras el fuerte seísmo de 7,8 de magnitud en la escala de Richter; asimismo, mas de 6.800 edificios fueron destruidos.
No obstante, las esperanzas de encontrar personas con vida bajo los escombros se reducen a medida que pasa el tiempo, pese a que los rescatistas turcos siguen reportando algunos hallazgos; tal es el caso de una mujer de 40 años, la cual fue localizada con vida después de 170 horas atrapada entre los restos de una vivienda en la ciudad de Gaziantep, mientras que en Antakya, un hombre fue localizado con vida, incluso este domingo fue encontrado un bebé de siete meses bajo los escombros aún con vida, lo que motiva a los cuerpos humanitarios a continuar con la búsqueda de sobrevivientes.

Precisamente, cuatro integrantes del cuerpo de Bomberos voluntarios de la ciudad de Cali viajaron a Turquía y Siria para apoyar las labores de búsqueda y rescate de las víctimas que dejó el terremoto.
La unidad USAR Col 18, especializados en búsqueda y rescate, ha atendido emergencias en Colombia y países vecinos, ahora es el turno es respaldar con sus labores en ambos países.

Por su parte, Martin Griffiths, secretario general adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de la ONU, teme que la cifra total de fallecidos supere las 50.000 personas. Incluso mencionó que la “fase de búsqueda” en las provincias afectadas de Turquía ya está en su etapa final. Por ejemplo, en Kahramanmaras, en el sur del país, aún hay varios equipos de búsqueda desplegados. Mientras que, en otros siete lugares de las localidades más afectadas, “los socorristas terminaron sus labores”, indicó.
Noreste de Siria reclama ayudas humanitarias
La situación es especialmente compleja en Siria, donde Bab al Hawa, cerca de la frontera, es el único punto por el que puede entrar ayuda internacional a zonas bajo control rebelde después de casi 12 años de guerra civil.
Los suministros son vitales para un país donde el sistema de salud y la infraestructura están en ruinas tras el conflicto que opone el gobierno de Bashar al Asad con varios grupos rebeldes que controlan parte del territorio.
El jefe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom, se reunió el domingo en Damasco con Asad y dijo que el líder sirio afirmó estar dispuesto a abrir más pasos fronterizos para ayudar a ingresar ayuda a zonas bajo rebeldes.
“Las crisis combinadas de conflicto, covid, cólera, declive económico y ahora el terremoto, han tenido un costo insoportable”, declaró Adhanom tras visitar la ciudad siria de Alepo.

Tedros indicó que Asad está dispuesto a abrir más pasos para llevar ayuda a las zonas que controlan los rebeldes en el noroeste.