Este martes, la Fiscalía General de la República (FGR) de México confirmó el fallecimiento de 39 migrantes producto de un incendio en una estación del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, en la frontera con la ciudad de El Paso, Texas, en Estados Unidos. Además, otras 29 personas resultaron heridas.
El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, detalló que el incidente ocurrió en la noche del lunes, en medio de una protesta de migrantes que se enteraron de que iban a ser deportados.
“Esto tuvo que ver con una protesta que ellos iniciaron, a partir, suponemos, de que se enteraron de iban a ser deportados, movilizados, y como protesta, en la puerta del albergue pusieron colchonetas y les prendieron fuego”, declaró López Obrador.
La mayoría de los migrantes fallecidos eran de Centroamérica y Venezuela. Según la nota de la FGR, los migrantes identificados «son de las siguientes nacionalidades: 1 colombiano, 1 ecuatoriano, 12 salvadoreños, 28 guatemaltecos, 13 hondureños y 12 venezolanos».
Las organizaciones de derechos humanos han criticado al Gobierno mexicano por aceptar las políticas migratorias de Estados Unidos y desplegar a más de 20,000 elementos de las Fuerzas Armadas en las fronteras para tareas migratorias. En 2022, unos 900 migrantes murieron en el intento de cruzar sin documentos desde México hacia Estados Unidos.
La región vive un flujo migratorio récord, con 2,76 millones de indocumentados detenidos en la frontera de Estados Unidos con México a lo largo del año anterior. Las autoridades mexicanas han iniciado una investigación para deslindar responsabilidades en este trágico incidente.