Este lunes, el ex presidente de Estados Unidos Donald Trump, llegó a Nueva York para comparecer este martes, ante un juez de Manhattan acusado de haber pagado para comprar el silencio de la actriz porno Stormy Daniels durante la campaña electoral de 2016. De esta manera, el empresario se convierte en el primer expresidente de EE.UU en declarar ante un tribunal como imputado.
Trump llegó a la Torre Trump, en la 5ª Avenida, tras viajar desde Florida. El lujoso rascacielos, donde el republicano pasa la noche, se encuentra blindado por la policía, en alerta máxima en previsión de posibles disturbios.
El multimillonario, que aspira a llegar de nuevo a la Casa Blanca en los comicios de 2024, escribió en su red Truth Social que viajaba a Nueva York para «devolver la grandeza a EEUU» tras declararse víctima de «una caza de brujas en un momento en el que el país se hunde en el infierno».
El martes, Trump se someterá al procedimiento estándar de toma de huellas dactilares y fotografía, lo que probablemente dará lugar a una de las fotos de la ficha policial más famosas de la era moderna, antes de escuchar del juez de origen colombiano, Juan Merchán, los cargos que le imputa la fiscalía, todavía reservados.
Trump se declarará inocente, según han adelantado sus abogados, por lo que el caso se dirige hacia un juicio. La instrucción gira en torno a los 130.000 dólares pagados a la estrella porno Stormy Daniels antes de las elecciones de 2016, para comprar su silencio por una supuesta relación extramarital ocurrida diez años antes, algo que Trump siempre ha negado.
En cuanto al fiscal que lo imputó, Trump manifestó que Alvin Bragg: «El fiscal corrupto no tiene caso. Lo que sí tiene es una jurisdicción donde es IMPOSIBLE que yo tenga un Juicio Justo».
La imputación de Donald Trump ha vuelto a poner en evidencia las divisiones políticas en los Estados Unidos. Una encuesta realizada por CNN muestra que el 60% de los estadounidenses aprueba la imputación del expresidente, con un 94% de demócratas y un 62% de independientes a favor. Sin embargo, el 79% de los republicanos se opone a la acusación.
La mayoría de los republicanos han mostrado su apoyo a Trump, incluido el gobernador de Florida, Ron DeSantis, quien ha calificado la imputación de «antiestadounidense». No obstante, otros miembros del partido, como el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson, han expresado su preocupación por la perspectiva de que Trump busque la nominación presidencial del partido.
Hutchinson, quien ha anunciado su candidatura presidencial republicana, ha cuestionado abiertamente la estrategia de Trump y lo ha instado a abandonar la carrera. Esto sugiere que la división dentro del partido republicano podría ser más amplia de lo que se pensaba inicialmente.
