El Ministerio de Seguridad Pública de Panamá ha alertado sobre un número récord en la llegada de migrantes a través de la peligrosa selva del Darién, la frontera natural que divide Panamá y Colombia.
En lo que va de año, un total de 78.585 migrantes han cruzado a pie la selva del Darién desde Colombia, lo que supone cinco veces más que las cifras registradas en 2022. Faltando una semana para que concluya el mes de marzo, las autoridades panameñas han identificado a 29.294 migrantes han atravesado esta selva, superando las cifras registradas en febrero, donde 24.657 personas migraron.
Según el ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, familias enteras recorren la frontera entre ambos países latinoamericanos en búsqueda de un futuro mejor en los Estados Unidos, siendo personas de Venezuela, Haití y Ecuador las más frecuentes.

«Como se ha visto este año, van a venir más migrantes, eso es lo que se ve hacia el sur. Ya tenemos unas cifras muy elevadas, donde hay un ingreso de más de mil personas diariamente», afirmó Pino, que recorrió con otras autoridades el área fronteriza de Cañas Blancas.
Este flujo masivo de migrantes ha tenido un impacto humano y medioambiental, ya que los migrantes atraviesan la selva durante varios días, en uno de los pasos fronterizos más peligrosos del mundo, donde a los obstáculos naturales se suman los hurtos y las violaciones. Además, la selva ha sufrido el impacto de la contaminación por los excrementos humanos y la basura; esto ha provocado una preocupación ambiental en la región.
Esta situación subraya «la responsabilidad que tenemos en seguridad, también tenemos que ver este tema con otras ópticas e involucrar a otras autoridades», destacó Pino.
El año pasado, más de 248.000 migrantes llegaron a Panamá a través de la selva del Darién, casi el doble de los identificados en 2021. Por lo que las autoridades panameñas estiman que este año podrían cruzar su territorio unos 400.000 migrantes, rompiendo todos los registros.
Durante la Cumbre Iberoamericana desarrollada este sábado en Santo Domingo, el vicepresidente de Panamá, José Gabriel Carrizo, destacó que el parque nacional del Darién, un área protegida; sin embargo, está sufriendo el efecto de la crisis migratoria.

Por esta razón, Carrizo hizo un llamado a la comunidad internacional para “generar voluntades que al mismo tiempo que salvaguarden la existencia humana, conserven este patrimonio natural para las generaciones futuras».
«Miles de personas arriesgan sus vidas a diario, atravesando este santuario de biodiversidad, en un flujo migratorio que amenaza con desbordarnos», advirtió el vicepresidente de Panamá.