El Representante a la Cámara, Alejandro García Ríos, citó a debate de control político al Ministro de Transporte, Guillermo Reyes González, al Director del Instituto Nacional de Vías (INVÍAS), Juan Alfonso Latorre Uriza, y al Director de Findeter, Ricardo Bonilla, con el objetivo de hacer seguimiento al programa de infraestructura vial ‘Vías del Samán’, un proyecto estratégico que contribuye no solo al desarrollo de la región cafetera sino del país, ya que busca fortalecer la conectividad de las vías del Triángulo de Oro de Colombia y reforzar e impactar de manera positiva la movilidad de los departamentos de Quindío, Risaralda, Valle del Cauca, Chocó, Antioquia y Cundinamarca, lo que promueve la competitividad económica nacional.
Este programa, que está proyectado para construirse en un periodo de 4 años a partir de 2021, tenía contemplada una inversión inicial estimada en 1.2 billones de pesos, los cuales se financiarían con el recaudo del peaje Cerritos II (Risaralda). Sin embargo, el avance de las obras en los tramos proyectados es mínimo y se desconocen los principales inconvenientes para conseguir el cierre financiero del proyecto, además del valor real que acarreará su ejecución.
De esta manera, se espera que en dicho debate de control político el Gobierno Nacional exponga las respectivas explicaciones sobre los inconvenientes que han impedido el avance del programa, cuál ha sido el uso de los recursos del recaudo del peaje en estos años desde que lo asumió el INVIAS y ponga en conocimiento de los ciudadanos las posibles soluciones para hacer de este proyecto una realidad.
García Ríos aseguró que “se estima que durante los últimos 3 años se han recaudado en el peaje de Cerritos alrededor de 200 mil millones de pesos y a la fecha no tenemos claro cómo se ha dado la inversión de estos recursos. Además, el INVIAS tampoco ha conseguido con Findeter los recursos necesarios para la realización de las obras del proyecto que están pendientes”.
Este proyecto, que busca intervenir cerca de 350 kilómetros de los cinco corredores viales entre el departamento de Risaralda y el Valle del Cauca, es fundamental para la conectividad del pacífico colombiano con el centro del país y contribuye al desarrollo sostenible y económico de Colombia