El Servicio Geológico Colombiano (SGC), informó que la actividad sísmica en el volcán Nevado del Ruiz ha experimentado un aumento en el número de sismos y en la energía sísmica. Aunque la actividad superficial muestra ciertos cambios, como la dispersión de gases y cenizas hacia el noroccidente, la altura de la columna de gases y ceniza alcanzó los 900 metros y se mantiene la desgasificación de dióxido de azufre y vapor de agua. Durante las últimas 26 horas, se ha observado un incremento en el número de sismos y en la energía sísmica liberada en comparación con el día anterior.
Según el reporte del SGC, la actividad sísmica asociada al fracturamiento de roca en el interior del volcán ha experimentado un incremento en el número de sismos y en la energía sísmica liberada. Los sismos se han localizado principalmente a una distancia de aproximadamente 3 y 4 km al occidente-noroccidente del cráter Arenas, a profundidades entre 4 y 5 km. El sismo de mayor magnitud registrado fue de 1.0 y ocurrió a las 01:37 p.m., a una distancia de 3.7 km al occidente-noroccidente del cráter Arenas, con una profundidad de 5 km con respecto a la cima del volcán.
Adicionalmente, se han registrado sismos de menor proporción en el cráter Arenas, los cuales están relacionados con la actividad del domo de lava ubicado en su fondo.
En cuanto a la actividad sísmica asociada al movimiento de fluidos en los conductos volcánicos, se han observado niveles similares en el número de sismos y en la energía sísmica liberada en comparación con el 31 de mayo.
En cuanto a la actividad superficial, se ha observado una altura máxima de la columna de gases y/o ceniza de 900 metros, medida desde la cima del volcán. La dirección de dispersión de estos gases y cenizas continúa siendo preferencial hacia el noroccidente del edificio volcánico. Además, se mantiene la desgasificación de dióxido de azufre (SO2) y la emisión de vapor de agua desde el cráter hacia la atmósfera.
A pesar de que ha habido una disminución general en la actividad sísmica en comparación con semanas anteriores, esto no implica que el volcán haya regresado a niveles normales.
La detección de anomalías térmicas importantes en el fondo del cráter mediante satélites indica la presencia de material muy caliente cerca de la superficie. Asimismo, la recurrencia de emisiones de ceniza, tanto pulsátil como continua, la persistencia de una ligera deformación del terreno y las variaciones en la emisión de dióxido de azufre indican que el volcán todavía podría experimentar una erupción importante en los próximos días o semanas.
Por el momento, el nivel de actividad del volcán se mantiene en Naranja, en caso de que se produzca una aceleración de los procesos que sugieran una erupción inminente o la propia erupción, el nivel de actividad se cambiará a Rojo.