El comportamiento de una guacamaya llamada Arana está dando de qué hablar en los municipios de Curití y San Gil en Santander. Según sus dueños, la guacamaya fue denunciada por robar cerveza y emborracharse en una finca campestre en la región.
Los dueños actuales de Arana explican que los criadores del ave le enseñaron a tomar cerveza, y luego pasaron por la región dándola en adopción, porque no se la aguantaban más; sin embargo, confesaron que desde muy pequeña le enseñaron a consumir licor. Sin embargo, no contaban con que, al crecer, el ave iba con su adicción.
“Ya cuando creció llegaron los problemas en la casa. Molestaba mucho, muy grosera y era todo el día gritando que le pusieran una cerveza en la mesa”, comentó uno de los moradores de la finca.
La astuta ave espera la llegada del sábado, cuando los vecinos alquilan la finca, para jugar billar, ping pong, bolo aéreo, cartas y otras actividades, para hurtar las botellas de cerveza y embriagarse. Esta conducta ha llevado a que los visitantes exijan un control para la guacamaya, y que se le prohíba tomar bebidas alcohólicas.
El caso de Arana ha sido llevado ante las instancias judiciales, y aunque su dueño asegura que cumplirá con la decisión que se tome, afirma que nada resuelve su adicción por el alcohol, ya que le enseñaron a tomar cerveza desde su crianza.
De igual forma, sostuvo que no permitirá que la Policía se la lleve, ya que a pesar de sus problemas, la guacamaya es educada y amable con los hijos de la familia, y avisa cuando llega la clientela.
