El 3 de marzo se conmemora a nivel mundial el Día de la Vida Silvestre. Este día nos brinda la oportunidad para celebrar la belleza y la variedad de la flora y la fauna salvaje, de crear conciencia sobre la protección de las especies, su importancia para los ecosistemas y su relación con el bienestar y la calidad de vida de los seres humanos.
Precisamente esta celebración coincidió con el 50º aniversario de la firma de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) el 3 de marzo de 1973.
Actualmente en Colombia, 1.302 especies están catalogadas en amenaza, 182 en peligro crítico; es decir que se encuentran en un riesgo de extinción extremadamente alto, 431 en peligro o riesgo muy alto; y 689 en vulnerable, o sea en riesgo alto.
En esta conmemoración, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, pidió en esta fecha cuidar y proteger las diferentes especies que están en algún grado de amenaza; incluso recordó a las 10 especies más emblemáticas del país que se encuentran en riesgo.
En ese sentido, 10 de las especies emblemáticas más amenazas en el país son:
- Oso andino: Es el único oso de Suramérica. Su principal trabajo como jardinero de los bosques es dispersar semillas y transformar el ecosistema, proteger los páramos y los bosques de niebla. La deforestación, la ampliación de la frontera agrícola y la cacería hoy lo tienen en riesgo.
- Cóndor andino: Es el ave voladora más grande del mundo. Es víctima de la carroña envenenada, lo que representa su principal amenaza, esto ocurre cuando desempeña su labor de consumir cadáveres como proceso para retornar nutrientes al ecosistema.
- Jaguar: Es el felino más grande de América. Vive en amenaza por actividades como cacería, fragmentación y conflictos con humanos. Es una especie ‘sombrilla’ que, al ser conservada, garantiza la supervivencia y el hábitat de diferentes especies.
- Caimán negro: Esta especie vive un drama histórico por el tráfico ilegal y la caza para consumo y uso de subproductos medicinales y ornamentales. Su presencia en los ecosistemas es fundamental para evitar la sedimentación de lagos y ríos, y su excremento aporta nutrientes para los microorganismos.
- Flor de mayo: Es la flor más representativa y abundante de las orquídeas en el país. Esta especie se ve afectada por la destrucción de su hábitat, su recolección excesiva para comercializarla, la deforestación y el uso de productos agroquímicos.
- Manatí del Caribe: Este mamífero marino está en riesgo por la interacción con el ser humano, viéndose amenazado por la caza. Algunas veces queda atrapado en mallas y en ciénagas que se secan. Conservar esta especie evita la sedimentación en los cuerpos de agua.
- Delfín rosado: Uno de los protagonistas de nuestra Amazonía y Orinoquia. Su presencia en ríos y lagunas es un indicador de buena salud en los ecosistemas, al consumir peces enfermos o viejos ayuda a reducir las enfermedades en otras especies. La relación con los pescadores representa una amenaza.
- Rana dorada: Es considera el animal más venenoso y tóxico del mundo. La destrucción de su hábitat y el aumento del tráfico ilegal amenazan su supervivencia. En el ecosistema consume grandes cantidades de insectos por lo que funciona como un controlador biológico.
- Tortugas carey: Es una de las tortugas marinas más pequeñas del mundo, en riesgo por el comercio ilegal de sus caparazones y el consumo de sus huevos y carne. Mantiene el ecosistema de arrecife de coral saludable.
- Tití cabeciblanco: Es una especie en peligro crítico de extinción por la deforestación y el tráfico ilegal para comercializarla como mascotas.
Frente a este panorama, en el marco de la COP 15, la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad, lanzó la Alianza de Aceleración para establecer una red de apoyo entre 17 países con el objetivo de frenar la pérdida de biodiversidad, que les permita formular y conseguir recursos en planes de conservación y protección.
No obstante, el Ministerio de Ambiente ha definido diferentes lineamientos para la conservación, protección y manejo de las especies amenazadas de fauna y flora en el país, a través de cinco resoluciones con la actualización de los listados oficiales de especies amenazadas, el apoyo en la construcción de 24 libros rojos y la formulación de 24 planes y programas de conservación a nivel nacional.
Los libros rojos son documentos que contienen información relacionada con la distribución de las especies y los criterios que han definido su riesgo de amenaza. Estos datos permiten identificar prioridades y estrategias de conservación, protección de áreas clave para las especies, la generación de acuerdos de conservación y la protección de corredores biológicos.
De hecho, Colombia ha sido pionera en la región en los análisis de riesgo a la extinción, basados en los criterios internacionales establecidos por la UICN – conformada por organizaciones gubernamentales y de la sociedad civil-, y en donde se ha contado con una amplia participación de la comunidad científica.
Estos análisis se han constituido como una de las herramientas más acertadas para detectar tendencias nacionales, llamar la atención sobre los procesos de amenaza que ponen en peligro a determinadas especies y proponer alternativas para su conservación.