Si bien un bebé prematuro nace con una condición especial que implica mayores cuidados -pues se trata de un bebé que no estaba físicamente listo para nacer- expertos aseveran que no se trata de una enfermedad.
La prematuridad es el nacimiento de un bebé antes de completar las 37 semanas de gestación en el útero de la madre, muchas personas creen que se trata de una enfermedad difícil de superar, esto a raíz de que están en una condición que implica mayores riesgos de presentar complicaciones en su salud, pues se trata de un ser humano que aún no está físicamente listo para dejar el vientre.
Sin embargo, lo cierto es que los padres de un bebé prematuro, más allá de comentarios negativos, necesitan enfocarse en lo positivo y en la esperanza de que junto con sus pequeños van a superar esta etapa de vulnerabilidad. No es un secreto que estos bebés presentan mayores riesgos, pero también es cierto que con los cuidados médicos y familiares adecuados, tienen posibilidades de salir adelante, y es en esto en lo que se debería enfocar la energía de los padres, en este momento de vida complejo y de incertidumbre.
De acuerdo con Laura Bernal, directora médica de la unidad Respiratoria y de Inmunología de AstraZeneca. “Es importante recordar que en la mayoría de los casos estos bebés culminan la etapa de prematurez sin efectos de carácter crónico en su salud, para aumentar la probabilidad de salir victoriosos de esta etapa, es esencial que el bebé y la mamá reciban toda la atención y cuidados necesarios desde el momento en que se identifican factores de riesgo, o el neonato nace sin completar sus semanas de gestación de manera repentina”.
Existen tres formas en las que se puede apoyar a las familias de bebés prematuros para superar esta etapa sin miedos:
1. Promover actividades que fomenten el contacto piel con piel entre un bebé prematuro y sus cuidadores: Por medio del método canguro, aporta positivamente al desarrollo del menor ya que le ayuda a regular la temperatura corporal y a recibir estímulos suaves, lo que es beneficioso para él. Adicionalmente, esta práctica ha demostrado favorecer la construcción del vínculo madre e hijo y contribuir con el desarrollo global del bebé.
2. Conocer historias de bebés prematuros que crecen sanos: Es necesario mantener una mentalidad positiva y tener una red de apoyo, en este sentido, herramientas como ‘Mamá, llegué para quedarme’, un cuento ilustrado y basado en historias reales, buscan inspirar a las familias que atraviesan por el reto y la satisfacción de vivir la experiencia de tener un bebé prematuro, el cuento es gratuito.
“Al principio uno cree que por lo vulnerables son niños que se van a quedar atrás, pero hoy veo a mis hijos e identifico su valentía, fuerza e inteligencia. Con respecto a mi hija, que es la mayor y está estudiando, recibo felicitaciones por parte de sus profesores; en sus palabras ‘nunca habían visto una niña tan perceptiva’. Eso me llena de orgullo”, manifestó Carolina Soto, una de las protagonistas del cuento y mamá de dos bebés prematuros.
3. Hablar sobre la salud del bebé en positivo: El lenguaje de las personas que rodean al núcleo de un bebé prematuro, si se enfoca en lo negativo, puede potenciar el miedo de los padres, por eso resulta fundamental prestar especial atención a las palabras, evitar mencionar que no será posible que estos bebés crezcan y tengan un desarrollo normal, o decir que no se deberían hacer ilusiones con estos pequeños. Ya muchos han demostrado su valentía y han dejado claro que ser prematuros no es un limitante.