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lunes, marzo 27, 2023

El 59 % de los colombianos padece de problemas a la hora de dormir.

Cada 17 de marzo se celebra el día mundial del sueño, con el fin de sensibilizar a las personas, sobre la importancia de dormir bien. Según la Asociación Colombiana de Medicina del Sueño (ACMES), el 59 % de los colombianos padece de problemas a la hora de dormir. Por ello, es importante desarrollar hábitos de sueño, lo cual, permitirá llevar un estilo de vida de saludable y un mejor desempeño de la mente.

El sueño es una función biológica de vital importancia para la mayoría de los seres humanos. Estudios han demostrado que durante este tiempo se produce una diversidad de procesos biológicos de gran relevancia, como la conservación de la energía, la regulación metabólica, la consolidación de la memoria, la eliminación de sustancias de desecho, activación del sistema inmunológico, etc.

Los trastornos del sueño afectan a la capacidad para conciliar el sueño, dormir de forma continua o permanecer despierto, o bien tener comportamientos extraños durante el sueño, como el sonambulismo. El sueño puede verse afectado por muchos factores, entre los que se encuentran: la irregularidad en la hora de acostarse y despertarse, las actividades que se realizan antes de dormir, el estrés, la dieta, las enfermedades y el consumo de algunos fármacos.

Existen más de 100 tipos de trastornos del sueño, de origen muy variado, sin embargo, los más frecuentes son:

  • Insomnio
  • Somnolencia excesiva durante el día

 

Cuando se tiene insomnio, es difícil conciliar el sueño y mantenerse dormido, y al despertar se tiene la sensación de no haber descansado. Debido a esto, se pueden presentar síntomas como irritabilidad, fatiga, depresión y conductas riesgosas; por lo que es importante atenderlo.

“La deficiencia en el dormir cambia la actividad en algunas partes del cerebro, provocando que las personas se sientan irritables, fatigadas o no puedan adaptarse al cambio, además de que la falta de sueño se ha vinculado a la depresión y las conductas riesgosas”, dijo en un comunicado Guadalupe Terán Pérez, presidenta de la Sociedad Mexicana para la Investigación y Medicina del Sueño.

El tratamiento del insomnio debe basarse en su origen, su severidad y su duración. Debido a que la mayoría de los insomnios son secundarios a alguna enfermedad, la clave de su tratamiento está en resolver dicha causa. Mientras se trata la causa se puede mejorar el sueño con medidas psicológicas y farmacológicas.

 

TRATAMIENTOS PARA EL INSOMNIO

Los tratamientos incluyen cambios en el estilo de vida, terapia y medicamentos

  1. Hábitos de higiene del sueño
  2. Terapias conductuales
  3. Control de estímulos
  4. Intención paradójica
  5. Relajación muscular progresiva
  6. Psicoterapia cognitivo – conductual

 

Según la Fundación del Sueño de los Estados Unidos, las horas de sueño recomendadas para personas de 18 a 64 años son entre 7 y 9, mientras que, en adultos mayores de 65, lo ideal es entre 7 y 8 horas.

No obstante, a nivel mundial, las cifras muestran que aproximadamente el 40% de la población duerme mal, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto puede impactar de manera directa en el organismo a través de trastornos de estrés o de ansiedad, entre otros.

Por lo que tener un hábito de sueño saludable es imprescindible para el desarrollo intelectual y físico de las personas.  La calidad del sueño pasa por diferentes factores como ya se ha dicho como el número de horas mínima, la temperatura del cuerpo, el grado de relajación en la que esté el cuerpo y hasta el tipo de ropa que se utiliza, pero al que menos se le presta atención y es fundamental, es al colchón.

 

CLAVES PARA DORMIR BIEN

  • Los colchones son fundamentales para medir la calidad de sueño de las personas
  • Establecer un horario de descanso.
  • Evitar el ejercicio, al menos tres horas antes de dormir.
  • Evitar comer al menos dos horas antes de ir a acostarse.
  • Evitar la cafeína, el alcohol y el tabaco cerca de la hora de dormir.
  • Evitar el uso del celular antes de acostarse.
  • Crear un entorno adecuado.

 

Los científicos resaltaron que un sueño de mala calidad está asociado con trastornos de estrés y de ansiedad, con un aumento del riesgo cardiovascular y con mayores probabilidades de padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Para llegar a estas conclusiones, siguieron a más de 4000 personas en República Checa durante un período de tres años, en el que hubo encuestas y diálogos para relevar los períodos de descanso.

La calidad de vida se planteó por medio de cinco parámetros: satisfacción con la vida, bienestar, felicidad, salud subjetiva y estrés laboral.

“Dormir mejor significa una mejor calidad de vida”, destacaron. Y concluyeron: “El estudio sugiere, con la excepción de los extremos, que la duración del sueño junto con las diferencias en los hábitos de sueño en los días laborales y libres no es tan importante para la calidad de vida como lo que se considera una buena noche de sueño”.

Para estar informado

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