El Día Mundial de la Vida Silvestre es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de los hábitats naturales en todo el mundo, para tomar medidas para proteger y restaurar la vida silvestre y para contribuir a la conservación del planeta.
El Día Mundial de la Vida Silvestre se celebra cada año el 3 de marzo. Esta fecha fue proclamada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 2013 para concienciar sobre la importancia de la conservación de la vida silvestre y de los hábitats naturales en todo el mundo.
La vida silvestre es fundamental para el equilibrio del ecosistema y para la supervivencia de la humanidad. Las plantas y los animales silvestres proporcionan alimentos, medicinas, materiales y otros recursos que son esenciales para nuestra vida diaria. Sin embargo, la vida silvestre enfrenta muchos desafíos, incluyendo la pérdida y degradación de los hábitats naturales, la caza furtiva, el comercio ilegal de especies, la contaminación y el cambio climático.
En el departamento de Risaralda, la Corporación Autónoma Regional, Carder, es una de las entidades encargadas de proteger la vida silvestre y en el caso específico de la fauna, tiene un grupo que trabaja en la protección de la fauna, tanto detectando el tráfico ilegal, como en la recuperación de los ejemplares afectados o atacados y la educación a la ciudadanía que por alguna razón tiene contacto con especies silvestres.
En riesgo
El grupo de biólogos de la Carder tiene detectadas cinco especies de fauna en peligro o riesgo debido a la actividad humana, la cual forma parte de un programa de conservación prioritaria, ellas son la Danta de montaña (Tapirus pinchaque), la rana roja (Oophaga histrionica) que está en peligro crítico de extinción, debido a la expansión agrícola, reducción de su hábitat y el tráfico ilegal, esta es endémica de Santa Cecilia; el mono araña (Ateles fusciceps rufiventris) y dos especies de murciélagos que están catalogados internacionalmente como un área de importancia en la conservación.
Otras especies que en definitiva están en peligro son el mono aullador, el oso de anteojos y el jaguar, con la diferencia que estos habitan zonas más alejadas de los cascos urbanos o donde pueda tener contacto con los humanos, como son los parques naturales y la zona selvática de Mistrató y Pueblo Rico, de tal forma que el conflicto no es tan alto.
Según la bióloga de la Carder, Natalia Carrillo, según el contexto y la realidad del territorio se prioriza la conservación de las especies.
Fauna urbana
La Corporación Autónoma Regional de Risaralda CARDER en su componente de fauna silvestre cuenta con un equipo de profesionales que atienden los casos que se presentan en conflicto con la fauna del departamento.
Muchos habitantes urbanos y semiurbanos desconocen la cantidad de especies que hacen parte de la fauna urbana con la que conviven y comparten territorios. Entre estos se destacan las zarigüeyas, iguanas, zorros, guatines, murciélagos, entre otros que forman parte del ecosistema; la ausencia de alguna de ellas podría generar un desequilibrio ocasionando algún tipo de problema en el ambiente.
Un ejemplo de la importancia de la zarigüeya es su función en el control de una especie invasora como lo es el caracol africano, introducido al país procedente del Brasil con propósitos cosméticos y culinarios.
Especies amenazadas
– La Danta de montaña
Tiene presencia en el departamento en la Cuenca alta del río Otún; ante la alta presencia de visitantes en la zona se han ocurrido situaciones que son consideradas riesgosas y una amenaza a la salud y ecología de la especie, entre estas el interés de los turistas por tocarlas, alimentarlas y la presencia de perros que pueden ser portadores o receptores de enfermedades. Ante esta situación se viene construyendo el Plan de conservación de la danta de montaña para el departamento de Risaralda con representantes de la Carder, el Santuario de Fauna y Flora Otún Quimbaya y Colombia Tapir Conservation.
– La rana roja de Santa Cecilia
Pertenece al grupo de las ranas venenosas, se puede reconocer por presentar un cuerpo café oscuro con puntos y bandas en las manos y patas color rojo-naranja o amarillo. Esta rana es endémica de Risaralda, esto quiere decir que su distribución se limita al departamento, puntualmente en los alrededores del corregimiento de Santa Cecilia, Pueblo Rico. Esta especie enfrenta amenazas locales por la destrucción del hábitat, al ser un anfibio requiere condiciones particulares de humedad, temperatura, vegetación y cobertura del suelo, no puede sobrevivir en áreas abiertas como potreros. Esta ha sido una de las especies de anfibios que ha sido más afectada por el tráfico ilegal de especies.
– El mono araña
Se caracteriza por tener un cuerpo robusto con largas extremidades y un pelaje negro brillante con pelos blancos dispersos en el área de la boca. Pertenece al grupo de monos que son más sensibles a la fragmentación y destrucción del hábitat, sumado a otras amenazas como la cacería, por lo que las especies de este género han sido catalogadas en peligro o peligro crítico. Se confirmó la presencia de esta especie en el territorio de Santa Cecilia, Pueblo Rico.
– Murciélagos
En Santa Cecilia también se encuentra una alta diversidad, representados en al menos 35 especies. Dada la alta riqueza de murciélagos y la presencia de especies endémicas y amenazadas, se ha declarado a la región como área importante para la conservación de los murciélagos. Para su protección se realizaron talleres con los habitantes de Santa Cecilia; para este año, desde la Carder se proyecta continuar este trabajo en otras zonas del occidente de Risaralda como el corregimiento de Villa Claret, Pueblo Rico.