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miércoles, junio 7, 2023

Poemas de “Yo, Adán”, de Mateo Quintero Segura

Sea cauteloso, estos poemas contienen una especialidad vitalidad para pensamientos que muchos ya tienen establecidos; sea precavido, que puede sentirse tan solo como el autor se siente y, en ese orden de ideas, seguir su impulsivo y potente discurso con cólera y pasión, como un nómada que no tiene nada que perder, ya que no tiene un lugar donde estar, ni sabe dónde parar. Es este poemario una posibilidad de rebelarse contra usted mismo, contra Dios, contra el amor, contra el dolor, contra sus raíces, contra la vida. (Esteban Cruz).

 

EPITAFIO

Lo gozó todo

En demasía

Pero siempre

Quiso más.

LAS ESQUIRLAS DE LA MUERTE

Solo unas cuantas flores que no riegas

Y el polvo que acumulan los objetos

Que te sobreviven.

Solo la misma muerte que acarreas

Sabe que has muerto.

La muerte de las plantas

Y el polvo –ese rezago de los muertos-.

LA MUERTE Y LA POESÍA

Lo que más me duele de morir,

Es llevarme el secreto

Al frío abyecto de la tumba

Y no poder describirlo en poesía.

DIOS

Ya no te necesitamos:

Solo eres uno de los heterónimos del silencio.

ARTE

De todas las artes

La única natural es la música.

Basta oír al ruiseñor, al arroyo y a la lluvia.

Las demás son artificio,

Mera copia.

La una revela la magnificencia

Del Mundo y su aparente Armonía.

Las otras, nuestra capacidad de mentir.

LÁZARO

Sueñan los hombres

Con un entierro ruidoso

Frecuentado por cientos de personas

Que coreen el nombre del difunto.

Yo, por el contrario,

Sueño con un entierro vacío

Tan vacío que no haya ni polvo

Un velorio conmigo sólo en el centro

Del universo

Despojado de todo y de todos

Para poder levantarme del ataúd

Y que nadie se sorprenda.

DESEO POST MORTEM

Beban mis cenizas.

Quiero seguir viviendo en ustedes.

Hablar, reír, blasfemar, caminar

Y sentir el aire en mi cara,

El sabor del agua

Y los deseos que palpitaron en mi sangre.

 

 

 

 

 

 

 

ORACIÓN AL BORRACHO

Bebe tus infinitas angustias

Y baila, aguardentoso,

Tus ínfimas alegrías.

En tus ojos brillará el licor que has bebido

Para alivianar tus penas.

Que el vino acompañe tus noches de soledad

Y que la inconsciencia te sirva

Para soportar la carga de tu vida.

Jamás creas en un Dios que no beba.

 

El autor

Mateo Quintero Segura nació en Pereira en 1998. Es escritor y docente, licenciado en español y literatura y estudiante de la Maestría en Literatura. Es autor del libro “La frenética desazón” de Fallidos Editores. Sus crónicas, ensayos y cuentos se publican con constancia en La Cola de la Rata, Ojo al Eje y El Diario.

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