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lunes, marzo 20, 2023

Las enseñanzas de la política internacional a la política criolla

Noticias falsas, miedo, populismo, lo insustancial y hablar de “nada”. Las redes sociales son un interesante artilugio utilizado para difundir “ideas” construidas sobre las mentiras.

 

Harold Salazar A.

A puertas de unas nuevas elecciones en Colombia, convocadas para el próximo 29 de octubre de 2023, es interesante brindar una lectura a las prácticas de nuestros aspirantes a los cargos de alcaldías, gobernaciones, concejos, asambleas, entre otros, lectura que permitirá e llegar a divisar los puntos comunes de las prácticas políticas a nivel global y las de nuestros coterráneos.

Los puntos de encuentro entre ambas prácticas, internacional y la regional, son increíblemente similares, un copie y pegue. El modelo preferido por los políticos tanto en occidente como en el oriente, se estructura desde unos mismos componentes, ya sea en la Rusia de Putin, en la Arabia conservadora y monárquica, o en Turquía, Bielorrusia, Hungría, Estados Unidos, Brasil, Italia, en fin, la lista es amplia.

No son inventos modernos, son herramientas que se pueden identificar desde la literatura y la filosofía antigua; desde Sócrates, Platón y Aristóteles, y para resaltando al romano Ovidio con su obra Sátiras, creación donde se logra identificar que la política no transitaba por el mejor de los caminos desde esa época. Posteriormente llegarían Erasmo o Maquiavelo, mostrándonos que cualquier modelo para eternizar y descomponer las buenas acciones, eran válidas. El mismo Quijote es una muestra más del uso del poder: para que unos cuantos se sienten en él y hagan lo que ya se sabe.

Tiempo actual

Centrándonos en los tiempos actuales, las redes sociales son un interesante artilugio utilizado para difundir “ideas” construidas sobre las mentiras y con argumentos tan débiles, que solo los débiles de sentido común se las creen. La aparición de las noticias falsas o fake news, han contribuido a destruir la dignidad del oponente, del que piensa diferente o del contradictor. Las ventajas de difundir mentiras del oponente o de la situación real de un país o de una ciudad, no es una costumbre criolla, lo hizo varias veces Trump, por ejemplo, con el tema del coronavirus: el virus era equivalente a la gripe; o que la situación estaba “totalmente bajo control”; y que el virus estaba “desapareciendo” sugiriendo a los estadounidenses que no tenían que cambiar sobre su comportamiento habitual. A la fecha más de un millón de estadounidenses han fallecido a causa el “inocuo” virus. De igual forma, su negación para aceptar los resultados de las elecciones presidenciales sin ninguna prueba, generando rumores y mentiras que derivaron en la toma del edificio de la Casa Blanca. Mentiras que aprendió su homologo ideológico Bolsonaro, con resultados similares.

El miedo

Articulado a las redes sociales y sus mentiras está el miedo, un sentimiento que bloquea la razón, envenena el dialogo, impide la construcción colectiva de mejores y sanas alternativas. Se aprovecha del pánico y la impotencia para resolver un tema incierto. Cuando las crisis económicas se profundizan es fácil culpar al “otro” de todos los “males” de la historia, debemos “derrotarlos” para recuperar el camino de la “gloria”, el orgullo de la patria. El miedo hace parte de nuestro desarrollo evolutivo, como mecanismo de defensa para la supervivencia, pero ese miedo natural difiere del que es filtrado a partir de una deliberada estrategia, por ejemplo, a través de las redes sociales: “Petro va expropiar nuestras casas”; “Biden montará un modelo socialista en EE.UU”; “Putin declara que occidente por medio de los fascistas ucranianos, van a invadirlos y están destruyendo su economía”.

Un grupo de políticos afirmaba en las redes que se iba a establecer una ley que reduciría la mesada a los pensionados para financiar la reintegración de los guerrilleros y de igual forma, difundieron mensajes sobre la inminente llegada al país del castrochavismo. Ambas fueron algunas de las mentiras de la campaña del plebiscito sobre los acuerdos de paz en Colombia. Juan Carlos Vélez, exsenador del Centro Democrático, reveló que la estrategia para promover el voto negativo a los acuerdos entre el gobierno y las Farc-EP se basó en «tergiversar mensajes» y «dejar de explicar los acuerdos». La mentira se une al miedo y allí se va cocinando mejor el sancocho de la estrategia. El miedo es propagado por el monarca de turno para eternizarse en el poder, se propaga el miedo a las amenazas extranjeras, exige la sumisión absoluta como única forma de resolver la crisis. Cualquier robo de un celular será repetido en los medios de forma ampliada, como una muestra más de la “alta inseguridad”, de esta forma se van extendiendo las fronteras del miedo.

En Colombia son los inmigrantes venezolanos, a los que ya se les atribuyen todas nuestras falencias, antes eran los guerrilleros —estratégicamente se excluían a los paramilitares—, pero para vivir actualizado, la inseguridad en el vecindario, no se debe a los temas macroeconómicos, la causa son los jóvenes que consumen marihuana, los venezolanos, los gais, los extraños que no viven en el barrio, y así la estigmatización social al grupo al cual no pertenezco puede ser fácilmente alimentado, para que el miedo, la ira y la venganza, se incuben en el imaginario colectivo de “mi grupo” y se actúe de forma radicalmente irracional contra los “otros”.

El populismo

El populismo debe ser finamente entrelazado a la mentira y al miedo. Y de esta herramienta, los ejemplos en el mundo actual son variopintos y la lista extensa. No solo lo es Trump con su eslogan de volver a ser grande a los Estados Unidos, con su idea discriminatoria del muro para que no los invadan los latinos, con sus discursos anti gais, con su apoyo a los supremacistas blancos, también lo fue durante varios años Boris Johnson, ex primer ministro británico y sus campañas a favor del bretix, incluyendo su desprecio hacia el parlamento, culpando al libre comercio con la Unión Europea de su fracaso económico y de igual forma que sus homólogos: Trump, Putin, Endrogan de Turquía, Kaczynski de Polonia. Todos se ensalzan como hacedores de la restauración de la “soberanía nacional” o “el comienzo de una nueva era de cambio” acompañado de historias que describen como “el siguiente acto en el gran drama de la historia de nuestro país” para restaurar “la fe en nuestra democracia”.

“El único problema del alcalde Maya, es su falta de comunicación”, responde en una entrevista un candidato a la alcaldía de nuestra ciudad. Es decir, el maremágnum del caos que es la ciudad en temas como el de la movilidad, la falta de políticas cultura ciudadana, el incremento del empleo informal, el evento que ninguna gran industria o inversionista este llegando a la ciudad, la débil y muy precaria calidad de la educación, entre otra variedad de temas, no son problemas por resolver, es solo buscar un comunicador que genere buenas estrategias mezclando el miedo, la mentira, el populismo y problema resuelto. Eso de hablar con sustento técnico, desde una visión humanística, con alta dosis de racionalidad y objetividad, no sirve para conseguir votos. En los discursos electorales, con seguridad se va a hablar de “nada” sustancial, se denigrará del otro candidato, se dirá que la educación es muy importante, que la mujer es la que “manda” en la casa y que en verdad se debe mejorar la movilidad y no se puede dejar de lado la importancia de la seguridad. Ese discurso puede ser redactado por modelos de inteligencia artificial, bien programados para unir frases que la “gran” masa desea escuchar, pues eso de hablar en serio, con propuestas elaboradas sustentadas técnicamente, con ideas sustentables y viables no hace parte del discurso del político criollo.

Mas obras de cemento, dirán, pero la salud, la creación de empresas, la innovación impositiva para atraer grandes inversores que fomenten la productividad, la industria, el empleo digno, la generación de un modelo de ciudad mas vivible y respetuosa con el ser humano y el entorno, la forma real para disminuir la pobreza y el desempleo, de hacer de la región un modelo más atractivo para que no emigren tantos coterráneos y las remesas no sean el principal renglón de la economía, como pronto  lo llegarán a hacer.

Todos estos temas harán mutis por el fórum en la palabrería electoral que se avecina.

Para estar informado

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