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El Museo Nacional del Prado, en Madrid (España), es uno de los más importantes del mundo, así como uno de los más visitados (el decimoctavo en 2013 entre los museos de arte). Singularmente rico en cuadros de maestros europeos de los siglos XVI al XIX, según el historiador del arte e hispanista Jonathan Brown “pocos se atreverían a poner en duda que es el museo más importante del mundo en pintura europea”.
Su principal atractivo radica en la amplia presencia de Velázquez, el Greco, Goya (el artista más extensamente representado en el museo),Tiziano, Rubens y el Bosco, de los que posee las mejores y más extensas colecciones que existen a nivel mundial, a lo que hay que sumar destacados conjuntos de autores tan importantes como Murillo, Ribera, Zurbarán, Fra Angelico, Rafael, Veronese, Tintoretto, Patinir, Antonio Moro, Van Dyck o Poussin, por citar solo algunos de los más relevantes.
Este Museo representa a los ojos del mundo, lo más significativo de nuestra cultura y lo más brillante y perdurable de nuestra historia.
Inventario
El inventario de bienes artísticos posee más de 35.000 objetos, desglosados en 8045 pinturas, 9561 dibujos, 5973 estampas y 34 matrices de estampación, 971 esculturas (además de 154 fragmentos), 1189 piezas de artes decorativas, 38 armas y armaduras, 2155 medallas y monedas, por encima de 15.000 fotografías, 4 libros y 155 mapas.
Fue definido en un tiempo como “la mayor concentración de obras maestras por metro cuadrado”. En 2018 se reabrieron las salas del ático norte, tras lo cual el total de piezas expuestas ronda las 1700, y cuando se rehabilite el edificio del Salón de Reinos se colgarán en él entre 250 y 300 pinturas más.
Dinastías
Al igual que otros grandes museos europeos, como el Louvre de París y los Uffizi de Florencia, el Prado debe su origen a la afición coleccionista de las dinastías gobernantes a lo largo de varios siglos. Refleja los gustos personales de los reyes españoles y su red de alianzas y sus enemistades políticas, por lo que es una colección asimétrica, insuperable en determinados artistas y estilos, y limitada en otros. Sólo desde el siglo XX se procura, con resultados desiguales, solventar las ausencias más notorias.
El Prado no es un museo enciclopédico al estilo del Museo del Louvre, el Hermitage, el Metropolitan, la National Gallery de Londres. Por el contrario, es una colección intensa y distinguida, formada esencialmente por unos pocos reyes aficionados al arte, donde muchas obras fueron creadas por encargo.
El fondo procedente de la Colección Real se ha ido complementando con aportaciones posteriores, que apenas han modificado su perfil inicial, puesto que, a diferencia de lo habitual en las pinacotecas nacionales de otros países, los esfuerzos, más que a completar las faltas, han ido dirigidos a reforzar el núcleo esencial.
Muchos expertos la consideran una colección «de pintores admirados por pintores», enseñanza inagotable para nuevas generaciones de artistas, desde Manet, Renoir y Toulouse-Lautrec, que visitaron el museo en el siglo XIX, hasta Picasso, Matisse, Dalí, Francis Bacon y Antonio Saura, quien decía: «Este museo no es el más extenso, pero sí el más intenso».
El documental
Escrito por Sabina Fedeli y dirigido por Valeria Parisi y narrado de manera espectacular por el actor inglés (Óscar de la Academia) Jeremy Irons, en este documental los protagonistas son las obras maestras que cuentan la historia de España y de todo un continente, los grandes maestros que las hicieron y las cabezas coronadas que las reunieron.
Es un viaje cinematográfico no solo a través de la enorme colección de una de las pinacotecas más visitadas y completas del mundo, sino también por la historia de reyes, reinas, dinastías, guerras, derrotas y victorias, la historia de España y de Europa.
Precioso relato cinematográfico, que todo verdadero amante del arte debe ver, espectacularmente narrado y poseedor de una excelente fotografía, exigido para un producto que por su calidad, se vende sencillamente solo. Una mirada íntima a la dulce perfección de Las meninas y al vertiginoso universo del Greco sin dejar de lado al rebelde artista español Francisco de Goya.