En esta novela el tiempo y el espacio no son lo que parecen. Julián Mejía Tobón lo sabe y lo transmite a sus lectores. Obra de Seix Barral.
Alberto Rivera
En este thriller psicológico policíaco, que circula como un hilo de sangre entre Cali, Madrid, Barcelona, Mataró, Peratallada y Tokio, Julián Mejía lleva al lector a perseguir como un sabueso la ruta de unos personajes que llegan a puntos de encrucijada en la vida y que, expuestos a infinitas elecciones, eligen la del mal.
El amor, las malas elecciones, la familias tóxicas, la culpa y la manera de convivir con ella, son temas centrales de esta obra, donde el autor despliega las herramientas del buen arquitecto para componer una estructura compleja, en la que las historias se entrecruzan como planos arquitectónicos de un gran andamiaje, que solo puede verse plenamente al final.
Un minuto es una ilusión, un minuto es una percepción y, por tanto, un minuto de nuestras vidas, que creemos medible y cuantificable, es siempre una ficción. En esta novela el tiempo y el espacio no son lo que parecen.
Publica El Minuto, su segunda novela y deja la primera inédita… ¿Por qué esa selección?
Mi primera novela; “El Caso de la Alcantarilla”, fue un laboratorio para experimentar con las estructuras que empleo en mis cuentos -he escrito más de cincuenta- pero adaptadas a obras de largo aliento. Ha permanecido inédita hasta ahora pues necesitaba una serie de correcciones que solo la distancia de la madurez y de los años podían imprimirle. “El Caso de la Alcantarilla” fue escrita en 2005 y ahora está siendo corregida y posiblemente sea editada y presentada al público, más adelante.
Se abre su trilogía Opus Hominum… ¿De que tratan estos libros?
Las tres obras comienzan con un evento; el atropellamiento de un niño, y las ondas expansivas de las consecuencias de ese evento desencadenan otros dramas y otros argumentos. «El minuto”, «El administrador» y «El silencio» (esta última tiene un título provisional), son «thrillers» que pueden leerse en cualquier orden, pues cada una es una historia completa, pero que se cruzan y complementan. Son como tres acetatos translucidos, cada uno con un dibujo, que al yuxtaponerlos uno sobre otro, forman una imagen más grande, rica y compleja. «El minuto» es el primer trazo. Las tres obras abarcan una serie de interrogantes; ¿Tenemos el control de nuestras vidas? ¿Cómo afecta a nuestro destino las decisiones que tomamos? ¿Al vernos ante una encrucijada vital de nuestras vidas, seremos capaces de tomar los caminos que nos liberan sin importar las consecuencias, o permaneceremos esclavos de nuestras zonas de confort? ¿Cómo afectan nuestras decisiones las vidas de los demás?
¿Cuánto tiempo lleva trabajando en ellos?
Este proceso -la trilogía- comenzó en 2009 en Barcelona, España, y sigo trabajando en ellas. Ha sido un trabajo esporádico debido a que mi profesión -arquitecto- es muy demandante y hasta ahora ha dejado muy poco tiempo libre para otras actividades, incluida la de escribir -que también es muy demandante-.
Este libro psicológico-policiaco circula entre Cali y Tokio… ¿Qué pasa con los personajes?
Los personajes por encima de todo viven. Toman decisiones y viven las consecuencias de esas decisiones, incluidas el asesinar a la madre, el empezar una nueva vida a los 84 años, el enamorarse a pesar de nuestros propios prejuicios, el tener el valor de ser libre y mandar a la mierda una profesión que no nos gusta a pesar de ser exitosos en ella, el huir para siempre, el perdonar lo imperdonable…
Usted tiene una Maestría en Arquitectura, pero lo psicológico llega en sus temas. ¿A qué se debe?
La arquitectura tiene un gran componente de psicología. Hay que entender al cliente para poder transformar sus deseos abstractos en obras reales que tienen lugar en espacios tridimensionales. Un buen arquitecto tiene mucho de psicólogo. Lidiar con clientes no es fácil y no siempre sale bien, esto incluso si la obra ha sido un éxito.
Llega el momento para los personajes de tomar una opción… ¿Qué decidir en medio de este viaje frenético?
He ahí el núcleo del asunto. Muchos diríamos; yo no haría lo que hizo Jordi, yo si correría en busca de ayuda… y yo pregunto; ¿de verdad lo harías? ¿Aunque eso significara tu perdición? Cada personaje es humano, y cada humano a lo largo de la vida se debate entre lo que debe hacer según lo que es correcto y lo que debe hacer para sobrevivir, y por sobrevivir también incluimos la supervivencia desde el punto de vista mental.
En la novela el tiempo y el espacio no son lo que parecen… ¿O si serán?
Si y no. Un minuto son sesenta segundos, sesenta mil milisegundos. Esta es una medida estándar internacional. Pero el corazón humano puede latir entre 60 – 100 veces por minuto -más o menos si hay presencia de enfermedades coronarias- y nuestra percepción de los acontecimientos que vivimos en ese minuto alteran nuestro ritmo cardiaco, y a la inversa. Un minuto puede estirarse tanto como para vivir una vida en el, o ser tan fugaz como perder el control de un auto y atropellar a un niño pequeño. Lo mismo ocurre con los espacios. Se hacen grandes o pequeños según nuestra percepción influenciada por los eventos que vivimos en ellos y la edad en la cual estamos cuando los vivimos además de otros muchos factores. Tiempo y espacio son relativos para la mente humana, aún más para la memoria. Por eso estas novelas no son secuenciales, están construidas como una ópera.
En Nassau ha tenido inspiración para sus novelas y cuentos… ¿Qué tiene de especial esa ciudad?
Nassau, al igual que Cali, Barcelona, Madrid, Peratallada, Mataró y Tokio, son ciudades que tienen una fuerte impronta en mi imaginario. Cada una es muy distinta a las demás lo cual me sirve para crear texturas, olores, colores y sabores que enriquecen la obra y sirven de tramoya a los personajes influenciándolos en sus decisiones de vida.
¿Qué recomendarle a quienes quieren seguir su camino en la escritura?
Perseverar. Mi primer triunfo en la escritura ocurrió a los siete años con un pequeño cuento de Navidad. Siempre quise ser escritor, nunca me di por vencido, cuarenta años después, por fin veo mi primera obra publicada.
¿Quién es Julián Mejía Tobón, cómo persona y como escritor?
Siempre he sido un soñador de mundos. Ahora por fin, puedo compartirlos con mis lectores.