La guardia romana es una tradición que se creó desde el nacimiento de la Diócesis de Pereira, esta actividad engalana la Semana Santa y a la vez en convierte en un tributo de la juventud al Señor. es una pedagogía que le permite a la gente trasladarse a la época en que su cedieron los hechos de la pasión, muerte y resurrección del Señor, así lo afirmo Monseñor Rigoberto Corredor Bermúdez en el encuentro que tuvo con los jóvenes del Instituto técnico Superior, quienes hace mas de 65 años viene acompañando esta bella tradición. El Obispo dio una catequesis muy sobre lo que sucedía en la época, le recordó que la pena de muerte no estaba permitida en el pueblo de Israel, que era algo propio del emperador romano, por eso los sumos sacerdotes le lleva a Pilatos, como un reo a Jesús. El Maestro manifestaba bondad, por eso pilado no se atrevía a condenarlo, sin embargo, la presión de la multitud fue muy fuerte y prefirieron dar libertad a Barrabas y muerte al Señor, Pilatos en una actitud más política, recordó que por pascua se liberaba un criminal y le entrego la decisión a la multitud. El obispo le recuerda, además, que es un soldado quien le manda una lanzada al Señor en su costado izquierdo. La guardia romana estaba en ese acontecimiento y por eso está en las procesiones de la semana santa, con un nuevo sentido, exaltar la divinidad de un reo que entrega su vida en rescate por todos, recordó que siempre ha visto seriedad en quienes participan de esta actividad, aunque se tienen que enfrentar a las actitudes propias de los transeúntes, pues hay quienes aprueban, se burlan o son indiferentes, se pasa de la seriedad de la ceremonia a la vulgaridad de las palabras, es la calle publica y en la calle publica hay de todo. Los invito a que sin embargo no perdieran la compostura y los animó a seguir con la tradición nuestras procesiones son manifestación y reconocimiento de la grandeza de un Dios pacifico, a la grandeza de un Dios que se deja crucificar. Estamos en la procesión para exaltar no un personaje cualquiera, sino al Dios que vino a rescatar a la humanidad, dio pan a los pobres, predico, resucitó algunos muertos y termina crucificado, no exaltamos el poder humano que termina en si mismos, sino el poder que redime y salva, que acoge al pecador, como al ladrón que esta con él en la cruz.
También recogimos el Testimonio de Juan Camilo Álvarez, quien lleva 16 años en la guardia Romana y lo anima hacer parte de esa experiencia que nos actualiza el paso de Jesús por la tierra, recordar que entre los jóvenes se da la importancia a ese Cristo que vive entre ellos. Los jóvenes son la base de la Iglesia y es bueno recordarles la existencia del Dios que les ayuda en todo. Del mismo modo Salome, Osorio Londoño, quien lleva 6 años acompañando a las niñas quienes son abanderadas, niñas que representan dentro de las procesiones, al colegio en su parte femenina, fue la manera como la institución promovió la presencia de la mujer, ya que por mucho tiempo solo asistían los hombres, por haber sido esta, una institución masculina, al preguntarle sobre su experiencia de caminar en la procesión acompañando a la guardia romana, a lo que respondió: “ la verdad es un orgullo, se siente una cosa fuera de este mundo, por no decirlo, que una cosa loca, pues es un momento para dar ejemplo, estar atentos a que todos estén bien, además de ayudar a los muchachos, es una experiencia muy bonita y única es algo indescriptible que me emociona y me dan ganas de llorar”. Damos las gracias a Instituto Técnico Superior, al señor Rector, a todos sus funcionarios y educadores y a los jóvenes, por vincularse a este tiempo santo que nos permite actualizar de manera sacramental la acción salvífica del Dios que muere por nosotros en la Cruz.