AGUA. Estos ecosistemas son esenciales para nuestro bienestar, crecimiento económico y mitigación y adaptación al cambio climático, pero aún no los valoramos lo suficiente.
1. Laguna del Otún
Este complejo formado por lagunas, pantanos y turberas de diferentes tamaños abarca 115.883 hectáreas dentro del Parque Nacional Natural Los Nevados. Allí confluyen diferentes afluentes que abastecen acueductos municipales como el complejo de la cuenca alta del rio Quindío, que garantiza el suministro de agua para el 56% de la población de Salento, Armenia, Circasia y La Tebaida. Igualmente incluye los nacimientos de los ríos Otún (Risaralda); Coello, Totare y Recio (Tolima) y Chinchiná (Caldas).
Esta laguna es el embalse de mayor importancia de la región. Sus aguas se filtran bajo cavernas formadas por flujos volcánicos y dan lugar junto con la infiltración proveniente de la Laguna La Leona al Río Otún, el cual es la fuente para el acueducto de la ciudad de Pereira.
Esta laguna es un gran atractivo turístico en la zona por su gran belleza y por la pesca de truchas (especie introducida). Como especies de importancia en la laguna, se tiene patos de páramo, búhos y colibríes y el paisaje es dominado por Espeletia (frailejón) y pajonales caracteríticos del páramo.
2. Son claves contra el cambio climático
Estos ecosistemas juegan un papel muy importante en la estabilización de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero ¿por qué? absorben y almacenan carbono de forma natural. Las turberas, por ejemplo, son un tipo de humedal con una capa gruesa de suelo orgánico y material vegetal acumulado durante miles de años, que guardan el 30% del carbono del suelo del planeta, más que los bosques.
3. Son un refugio para miles de especies
Se estima que el 40% de las especies del mundo viven en humedales. Por ejemplo, los Lagos de Tarapoto, en la Amazonia colombiana, son el refugio de especies amenazadas como los delfines de río, el caimán negro (Melanosuchus niger), el pirarucú (Arapaima gigas) el manatí (Trichechus inunguis) y el jaguar (Panthera onca). Sin embargo, una cuarta parte de todas las especies dependientes de los humedales -evaluadas por la Lista Roja de la UICN- están en peligro de extinción.
4. Sustentan la vida
Además de ser el hogar de miles de especies, los humedales suministran agua y alimentos para las personas, son la principal fuente de agua dulce. Más de mil millones de personas, incluidas indígenas de todo el mundo, dependen de ellos para su sustento. Las ciudades del mundo dependen de ellos para su abastecimiento de agua y mitigación de inundaciones y fenómenos climáticos cada vez más extremos. Un ejemplo es el sistema lacustre de Chingaza que proporciona agua potable a los bogotanos y a los habitantes de municipios aledaños, más de 10 millones de personas.
5. Estan en grave peligro
Los humedales están desapareciendo tres veces más rápido que los bosques y son uno de los ecosistemas más alterados por el hombre. Según la Convención de Ramsar, el 35% de estos ecosistemas en el mundo han desaparecido en menos de 50 años. La expansión agrícola e industrial, la construcción de represas y el drenaje de sus aguas son las principales causas de su pérdida y degradación.
6. Regulan los ciclos hídricos
En el litoral los manglares actúan como una barrera natural que minimiza el impacto de mareas y corrientes marinas cuando hay tormentas o huracanes, además protegen el suelo frente a la erosión. También funcionan como esponjas naturales que absorben y almacenan el exceso de agua en la época de lluvia y en la época de sequía, la liberan.
WWF y los humedales
En los últimos 20 años el Fondo Mundial para la Naturaleza ha apoyado la designación de 377 sitios Ramsar en 52 países. 110 millones de hectáreas de humedales protegidos internacionalmente, casi la mitad de la superficie total de la Lista de Sitios Ramsar. El desafío con los sitios Ramsar en Colombia y el mundo es que los gobiernos continúen desarrollando las acciones que permitan su conservación y uso sostenible.