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lunes, marzo 27, 2023

Camila Todoslosfuegos, aire de libertad

“Me gusta nombrar las calles, dar pistas al lector sobre los tiempos en los que se desarrollan los hechos. Me gustan las historias con coordenadas reales”.

 

Alberto Rivera

La vida de este grupo de amigos ya nunca más será la misma. Tras la demolición del teatro Junín, en Medellín, y la puesta en marcha del edificio Coltejer, los sueños parecen ir hacia lugares insospechados.

Como si se tratara de una historia del neorrealismo italiano, esta novela de Juan Diego Mejía, publicada por primera vez hace más de veinte años, nos invita a descubrir una ciudad, un mundo que iba a cambiar para siempre al final de la década del setenta, y el amor que atraviesa el corazón de la juventud. Si la ciudad parece cambiar para siempre, Camila, la protagonista de esta hermosa historia de formación, parece avivarlos para siempre. Obra de Tusquets Editores.

Camila, la protagonista, se deja llevar por el viento que arrastra la motocicleta y promete ser valiente en la vida y en la muerte. ¿Cómo es esa entrega a sus amigos?

Camila es una muchacha que ha aprendido a enfrentar sola la vida. Vive en un barrio muy popular de Medellín, trabaja en una floristería, tiene un alto sentido del honor y de la dignidad. Son tiempos agitados. Jóvenes muchachos de familias ricas juegan a ser merecedores del amor de quien ellos escojan. Camila sabe que es ella quien decide y no quiere ser el trofeo de nadie. En el momento final les da una lección de coraje, sin miedos, sin esperanzas.

Es Medellín en los años setenta, con unos protagonistas que viven la noche como si se fuera a acabar el mundo…

Son los años setenta, cuando la ciudad empieza a transformase. Llegan de todas partes del país familias enteras en busca de oportunidades de trabajo en las empresas textileras como Coltejer y otras. Cae el Teatro Junín, que había sido el símbolo cultural de la Medellín del siglo XX, y en su lugar se construye el edificio que representa la nueva industria. Los protagonistas también viven un momento de transición en sus vidas. Dejan de ser niños y se encuentran con un mundo lleno de aventuras frente a sus ojos.

 

 

 

 

 

 

 

¿Cómo viven la ciudad estos jóvenes que empiezan a despertar al mundo?

Ellos tienen la expectativa por lo que viene para ellos después de dejar el colegio. Saben que la vida será diferente y saborean la libertad de andar por las calles, apropiarse de lugares públicos donde ellos y solo ellos pueden estar. Sueñan con mujeres que los amarán. Desconocen las oscuridades de la muerte.

El libro se publicó hace 20 años… ¿le cambiaría algo?

En la revisión del libro solo actualizamos algunos signos ortográficos que han evolucionado en los últimos años. La historia se cuenta igual, sin cambios en los personajes, sin alteraciones del argumento. Creo que Camila Todoslosfuegos sigue vigente para los jóvenes de ahora, igual como fue para los jóvenes de antes. El corazón late igual. Los sueños permanecen.


Ha publicado cuentos y novelas sobre Medellín, así que es poseedor de los secretos de la urbe…

Me gusta pensar que soy un escritor de Medellín. Es una manera de entender que en esta ciudad hay suficientes historias y dramas que nos interesan a los seres humanos contemporáneos. Me gusta nombrar las calles, dar pistas al lector sobre los tiempos en los que se desarrollan los hechos. Me gustan las historias con coordenadas reales.

En 1996 gana el premio nacional de novela Colcultura. ¿Qué libro le permitió abrir esa puerta? ¿De qué se trata?

En 1996 mi novela El cine era mejor que la vida gano el premio Colcultura, tal vez el último antes de convertirse en Ministerio de Cultura. Es una historia sobre la Medellín de los años sesenta. Un niño ve cómo su padre se alcoholiza y para superar la tristeza se aferra a las películas de vaqueros, a sus personajes, y se enamora de las actrices.


¿Alguno de sus seis libros le gusta más? ¿Cuál?

He publicado nueve libros de narrativa, entre los que hay dos libros de cuentos. Ahora editorial Planeta va a reeditarlos y eso me pone a pensar si habría alguno preferido. Ahora sé que solo tengo distancia con una novela escrita hace treinta y cinco años que ganó un concurso y la editó Planeta. La veo frágil. No quiero exponerla más. Los demás libros no me dan tantas pesadillas. Puedo vivir con ellos por igual.

¿Algún consejo para los escritores que empiezan el camino?

Cada vez hay más nombres de autores, más libros que se publican. Entonces uno se pregunta, ¿cómo hacer para entrar en ese mundo que parece inaccesible? Solo tengo una idea, y la he practicado: oídos atentos para escuchar las voces que hablan dentro de uno. Las voces que vienen de afuera no dejan que uno se escuche. De afuera le dicen a uno: sea famoso, venda muchos libros. Pero adentro hablan distinto. Hablan las historias que nos estremecieron y se nos quedaron para siempre en el corazón.


¿Tiene alguna obra nueva para interesar a sus lectores?

Escribo sobre un soldado del ejército nacional de Colombia que perdió una pierna en una mina antipersona. Me interesa el amor de su padre hacia el soldado.

¿Quién es Juan Diego Mejía?

Un hombre que a los setenta años está en construcción.

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