19.4 C
Pereira
miércoles, marzo 29, 2023

Así comenzó nuestro olvido, de primer nivel

Se debe comenzar a olvidar y dejar atrás la nostalgia y la añoranza para seguir adelante y construir a la mujer adulta en la que se ha convertido.

 

Alberto Rivera

Mina es una joven sensible y leal cuya vida ha estado marcada por el silencio que las mujeres de su entorno guardaban cuando los hombres hablaban y por la huella del primer amor: Santiago, un apuesto y noble seminarista al que no ha podido olvidar a pesar del paso del tiempo y quien transformó su inocencia en nostalgia.

Este sentimiento puro y furtivo del pasado la ata a su tierra natal, y por eso decide emprender un viaje de regreso a sus orígenes cuando su madre muere. Vuelve desde México a Colombia para enfrentar sus fantasmas, especialmente la sensación de abandono que nunca se ha separado de ella.

“Así comenzó nuestro olvido” es un viaje entre los recuerdos y las vivencias, entre el amor iniciático y aquel que crece con la convivencia. Pero también es una búsqueda por la individualidad sólida y la libertad de acción que las mujeres han tenido que librar en una sociedad que las juzga y limita sin contemplaciones. Publicado por Calixta Editores.

El título del libro llama la atención. ¿Por qué el comienzo del olvido?

Yo siempre he pensado que los seres humanos tenemos una tendencia a quedarnos anclados al pasado y una gran dificultad de vivir en el presente y angustiarnos por el futuro. La novela tiene dos partes: en la primera, Mina, la protagonista, recuerda todo lo vivido en su infancia y adolescencia, edades en la que se forma su sensibilidad, su deseo de entender a las mujeres que la rodean y la necesidad de cuestionarse; la segunda parte, en la que entiende que debe comenzar a olvidar y dejar atrás la nostalgia y la añoranza para seguir adelante y construir a la mujer adulta en la que se ha convertido.

Es un largo viaje entre el amor inicial y el que crece con la convivencia. ¿Cómo lo explicas?

El primer amor siempre nos marca para bien o para mal y queda como una impronta en el corazón. Ese referente inicial que despierta tantas emociones y sensaciones físicas, está ahí permanentemente en la mente de la protagonista y debe ponerlo en la balanza con el amor que se construye día a día, con la convivencia, con los detalles y la cotidianidad, con los bajos y altos de cualquier relación adulta. 

¿El silencio de Mina la marcó para siempre, nunca pudo decir lo que sentía? 

No necesariamente es su silencio, Mina si es capaz de decir lo que siente. El silencio que la agobia es el de la sociedad en la que ha crecido, los secretos de la familia que siempre persiguen a sus integrantes y los marca, el silencio de las mujeres de una época en la que no tenía cabida las disertaciones con los hombres y menos las conversaciones sobre sentimientos o dolores del alma. Una época en donde se valoraba más el esconder y no decir, que la sinceridad por un “qué dirán” que marcaba a las personas. 

¿El viaje de México a Colombia al fin la libera de su estado de abandono?

Aunque ese viaje no la libera del todo de su sensación permanente de abandono, logra entender que el sentimiento existe y lo enfrenta. Se da cuenta que el abandono es una sensación que no tiene que ver con el lugar, sino con las personas, y que cambiar de país la fortalece en su individualidad.

Es su primera novela… ¿cómo le pareció el proyecto?

Fue un proyecto difícil, un reto permanente. Al inicio conmigo misma, puesto que debí luchar contra los paradigmas, con el miedo de ser juzgada y de no ser capaz de darle fin a lo que había comenzado. Tuve que buscar la valentía que no conocía para enfrentarme a los miedos creados en mi mente y buscar profundo a ese Alter ego que quería escribir y contar historias que cobraran vida al ser leídas. El segundo reto, más bien obstáculo, fue el proceso de hacer llegar mi historia a quien la quisiera publicar. No sabía qué se debía hacer, ni por dónde empezar. A quien debía acudir o cómo acercarme al medio de las editoriales. Pero finalmente lo logré y la novela salió a la luz.

¿Cuánto demoró escribir el libro?

Esta pregunta tiene sus dificultades para responder con precisión. Realmente el tiempo que escribes se convierte en tan largo o tan corto como la inspiración que tienes mientras estás sentado frente al computador. Ahora bien, el tiempo que me tomó desde que escribí la primera línea y el punto final antes de las correcciones, y la edición fue de tres años. Tres años en el que varias veces abandoné el proyecto y como comenté en una de las respuestas anteriores, el miedo me paralizó. 

¿En México, donde vive, le ha resultado más fácil escribir sobre Colombia?

¡Definitivamente! Ver desde lejos tu país natal, comparar las diferentes culturas e idiosincrasias, me permitió ser más objetiva y ver a Colombia con otros ojos. Les comparto una fracción del libro que reafirma lo que acabo de decir. 

“…me percaté por primera vez de que no vivía en una montaña cualquiera, vivía en la monumental cordillera de los Andes que bordeaba la ciudad al oriente. Descubrí con asombro que el sol ecuatorial pegaba de lleno sobre la vegetación y que la intensidad de la luz que bañaba las laderas de los cerros era la responsable del verde Prismacolor, intensificado por el contraste con el azul ultramar del cielo sin nubes”. Si no me hubiera ido, mis ojos acostumbrados a la misma luz no habrían reaccionado a la belleza que se presentaba de frente y me daba la bienvenida a mi ciudad natal.

¿Cómo se conecta con Calixta Editores para publicar la novela?

En el arduo caminar para entender el funcionamiento de las editoriales, me sugirieron buscar una editorial independiente. Una querida amiga del colegio me envió un mensaje en el que existía esta editorial que recibía manuscritos y envié el mío. En muy poco tiempo recibí una respuesta favorable y me publicaron la novela con una hermosa portada y con un trabajo de edición de primera calidad.  

 

La autora

Trudy Jordan nació en Bogotá. Estudió arquitectura en la Universidad de los Andes. Más tarde realizó una maestría en Restauración de Monumentos Históricos en la Escuela de Restauración del INBA (Instituto Nacional de Bellas Artes de México). Regresó a Colombia y trabajó en Colcultura, entre otras actividades profesionales. Se radicó en México desde 1998, donde ha fundado varias empresas. Ha sido invitada a publicar en la Editorial Escalante los cuentos titulados «Actores clandestinos» en la antología «Cuentos de Amor y Deseo» (2016), «Son pocos, pero existen» en la antología «Cuentos en el Cementerio» (2017) y «El mejor diálogo» en la antología «Cuentos de amigos» (2019). «Así comenzó nuestro olvido» es su designio de los últimos cinco años y su primer proyecto literario de novela.

“Soy una mujer amante de la literatura, de la familia, de las cosas hechas a mano y de las frases bellas, que está convencida que el amor sigue siendo la fuerza vital que mueve al mundo y que ahora escribe cuentos y novelas para comunicar todo lo que lleva por dentro”.

Artículo anterior
Artículo siguiente

Para estar informado

- Advertisement -
- Publicidad -

Te puede interesar

- publicidad -