Continúa su caminar por la ciudad satisfecho de este corto paseo, relajando su mente y cuerpo, luego, regresa al centro comercial a saborear una buena taza de café.
Edilberto Diaz Correa
Aquel hombre conocido en la comunidad como Aníbal el Iluso, quien a la luz del conocimiento, experiencia y aprendizaje adquirido a lo largo de la vida, observa desde su realidad paradigmática el acontecer de la sociedad en la cual le correspondió vivir, entonces, inconforme se hace la pregunta: ¿Por qué mi sociedad es así?, absorto continuó caminando hasta la mesa de café en un centro comercial, en él se acostumbran reunir algunos conocidos. Saludó y sin pedir permiso tomó asiento, pasados unos minutos llegan más personas atraídas por la humeante bebida servida sobre la mágica mesa, dando iniciado a la acostumbrada conversación; todos en diferentes tonos exponen su criterio sobre el tema de la cotidianidad política, al poco tiempo se enfrascan en una discusión que exacerbaba los ánimos, cada uno asegura tener la razón y ella era la única verdad existente. Aníbal se levanta de la silla mientras se despide y al alejarse, percibe como las voces se van ocultando tras los sonidos de la enigmática ciudad.
El hombre concluye que esta situación se vive a diario en todas las esferas de la cotidianidad macondiana. Es un mal que hace carrera en los diferentes niveles de la sociedad y que de cierta forma, es la causante de la mayoría de problemas en el ámbito social, político, económico y militar; se trata de la estupidez.
-¡La sociedad macondiana ha estado gravísimamente enferma por siglos de estupidez! -Aseguró Aníbal. Para ratificar su hipótesis, busca en internet la definición entregada por la RAE:
Estupidez: f. Torpeza notable en comprender las cosas.
Tratando de satisfacer su inquietud intelectual, se da cuenta de que la mayoría de personas, por circunstancias de formación y cultura, no poseen una mente abierta que permita contemplar otras ideas. Es decir, han caído en el adoctrinamiento realizado por los medios de comunicación, docentes, políticos, pastores o religiosos, entre otros, y por conveniencia el adoctrinador, se ha apoderado de su mente, el ciudadano perdió la libertad mental, ha sido adiestrado.
El iluso investiga un poco sobre el tema y se percata de la complejidad del asunto. Al ir más lejos de la simple definición, encontró en los planteamientos hechos por el alemán Dietrich Bonhoeffer, en el siguiente comentario referido al poseedor de este mal: …“Al conversar con él, uno siente virtualmente que no está tratando en absoluto con una persona, sino con eslóganes, consignas y cosas por el estilo que se han apoderado de él. Está bajo un hechizo, cegado, maltratado y abusado en su propio ser.” (Fragmento tomado de https://www.bloghemia.com/2022/10/la-teoria-de-la-estupidez-por-dietrich.html)
El iluso ve en lo expresado por Bonhoeffer, una coincidencia con el adoctrinamiento y adiestramiento, explicado al inicio de este ensayo y adiciona:
– El estúpido no se da cuenta de la enfermedad padecida.
Escrutando un poco sobre la estupidez, encuentra entre los planteamientos de Bonhoeffer:
…‘La estupidez es un enemigo más peligroso del bien que la malicia… Contra la estupidez estamos indefensos. Ni las protestas, ni el uso de la fuerza logran nada aquí; las razones caen en oídos sordos; simplemente no es necesario creer en los hechos que contradicen el prejuicio de uno —en esos momentos la persona estúpida incluso se vuelve crítica— y cuando los hechos son irrefutables simplemente se los deja de lado como si fueran intrascendentes, como incidentales. En todo esto, la persona estúpida, en contraste con la maliciosa, está completamente satisfecha de sí misma y, al irritarse fácilmente, se vuelve peligrosa al lanzarse al ataque. Por esta razón, se requiere mayor cautela que con uno malicioso. Nunca más intentaremos persuadir al estúpido con razones, porque es un sinsentido y peligroso… (Fragmento tomado de: https://www.bloghemia.com/2022/10/la-teoria-de-la-estupidez-por-dietrich.html)
Aníbal el Iluso, reflexionando sobre el tema, recuerda el libro ”La profetisa, una flor abierta al mundo del autor Edilberto Diaz Correa, en él se habla de dicho fenómeno y se plantea una forma de minimizar los daños, el cual se transcribe:
“…__ Comprender que cada uno tiene su propia historia y trajina por la vida con su paquete de creencias y motivarse a escucharlo en respeto.
Azucena prosigue: __Hay verdades las cuales nos esclavizan, al igual, existen mentiras salvadoras y viceversa, todo es relativo, es como el cerebro de cada uno quiere que sea, si cree en una “mentira” no toleras a ningún otro intentando quitar el velo de esa mentira convertida en su “verdad”, es su luz, la lámpara o guía útil en el singular camino, limitados por los miedos, andando lentamente ocultando su ser, privándose de las cosas puestas allí por el universo para su disfrute, es igual a colocarse los anteojos por cuyos cristales verás el mundo en el cual andarás, un mundo considerado por la persona muy real, aun cuando para al resto puede parecer irreal.
Mirar a través de una sola ideología es equivalente a construir una alcoba en la cual vivirás y los muros se elevan con esa filosofía (esa supuesta verdad), no permitiendo ver más allá, pues estaremos limitados mirando la vida desde nuestro propio muro sin oportunidad de crecer y entonces les aseguro, perderán la vista privándose de palpar en el horizonte el extenso bosque con la inmensa variedad de cosas.
Por eso, tener una mente abierta, un tanto libre, permite mantener el equilibrio para construir la habitación de paredes transparentes y así proveer una vista panorámica global procurando la contemplación en todas direcciones, facilitando al cerebro visualizar la diversidad para la formación de juicios con mayor independencia en plena libertad…” Después de leer el párrafo el iluso adiciona:
-¡Liberándose de la estupidez!
Aníbal el Iluso continúa su caminar por la ciudad satisfecho de este corto paseo, relajando su mente y cuerpo, luego, regresa al centro comercial a saborear una buena taza de café.