Jaime Bedoya Columnista *Uribe pasó de la ley 600 de 2000 a la 906 de 2004. Y, como “no sabe nada el angelito”, guiado por sus costosos y poco exitosos abogados lo hicieron renunciar al congreso para echar por la borda todo lo actuado por la Honorable Corte Suprema de Justicia y arrimarse a la…