Gonzalo Gallo Columnista Un río, desbordado por una súbita crecida, inundo en cierta ocasión un huerto, destrozando plantas y hierbas. Entre otras cosas, arrancó de la planta dos calabazas, arrastrándolas con la poderosa corriente. Las calabazas avanzaban flotando y una de ellas muy ligera emergía más que la otra que apenas sobresalía del agua. La...