Gonzalo Gallo Columnista Cuenta la historia que había un leñador descontento con su suerte a quien Júpiter le concedió tres deseos. Él se puso feliz, lo compartió con la esposa y ambos se pusieron a pensar qué debían pedir. En su ligereza ella dijo: “Ahora qué bien nos caería un trozo de morcilla”…