Padre Pacho Columnista La certeza que Dios se acercó a los seres humanos en la fragilidad de un recién nacido, lloriqueando de frío y buscando hambriento el pecho materno, nos aproxima a ese misterio fascinante, de todo un Dios omnipotente e infinito que entra a este mundo desnudo en un pesebre, revistiéndose de nuestra carne…