Gonzalo H. Vallejo A. Columnista La escuela está sobrecargada y abrumada por una función prometeica, casi titánica e insoportable: preparar laboralmente, promocionar la cultura y a la vez, formar ciudadanos íntegros. Aun así, la institución educativa es deslegitimada y estigmatizada por una sociedad que le ha endilgado centenariamente un sentido de culpa, haciendo que sobre…
Para estar informado
- Advertisement -