Gonzalo H. Vallejo A. Columnista Un manto de tonos grisáceos se tiende sobre la aletargada ciudad. El bullicioso barequeo del parque se escurre entre los carros que, con sus pitos, acallan los gritos estentóreos y disonantes de buhoneros y vendedores de toda laya. Las sombras ondulantes y maltrechas se deslizan por las empinadas y quebradizas…