Entender la mente de un individuo puede resultar un laberinto, si se pretenden encontrar las razones por las cuales su moralidad resulta presuntamente inexistente; tanto como para lanzarlo al fango de la depravación, así mismo para convertirlo en un objeto odiado por la misma sociedad encargada de convertirlo en ese desdibujado ser humano. Por eso...