Rodrigo Ocampo Ossa Columnista Cada año, en el mes de agosto, se conmemora la destrucción de Hiroshima y Nagasaki por sendas bombas atómicas, Little Boy y Fat man, descargadas en 1945 por la aviación norteamericana sobre esas ciudades. No hay palabras para describir el sufrimiento que siguió al ataque, pero su efecto fue contundente; obligó...
Para estar informado
- Advertisement -