“Su cuerpo no colgará del árbol toda la noche, sino que ciertamente lo enterrarás el mismo día (pues el colgado – crucificado es maldito de Dios), para que no contamines la tierra” (Deut. 21:23). Esta sentencia la inspiró por escrito el Espíritu Santo (Dios), autor de Las Escrituras (La Biblia). Desde la antigüedad, la humanidad ha...
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