En los diálogos regionales ‘Gobierno escucha’, líderes sociales, indígenas y ciudadanía, realizaron varias solicitudes al Gobierno nacional.
Tras varias horas de esperas, el Presidente de la República llegó al municipio de Quinchía para escuchar el clamor ciudadano sobre diferentes aspectos y proyectos que requiere la localidad, el departamento y toda la región cafetera.
Seguridad, procesos agroecológicos, viviendas dignas, infraestructura educativa, formalización minera, conservación del Paisaje Cultural Cafetero, fueron algunos de los temas esbozados en este ejercicio que después de 30 años llevó a un Presidente de la República hasta la Villa de los Cerros.
Estas solicitudes fueron el producto de las mesas técnicas que se habían efectuado el pasado miércoles en Quinchía, cada uno de los voceros de las 7 mesas tuvo la oportunidad de dar a conocer las solicitudes concretas al Gobierno nacional, las cuales serán analizadas por el Presidente, teniendo en cuenta que en la jornada de ayer no hubo respuesta a estas peticiones.
Lo que se pidió
Además de los proyectos emblemáticos para el departamento y la región como es el caso del hospital de alta complejidad, la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR), el mejoramiento de las vías secundarias y terciarias, también la comunidad planteó unas obras con las que se busca mejorar la vida de miles de risaraldenses.
Por ejemplo, se solicitó la construcción de un centro histórico donde se puedan almacenar todos los archivos con los sucesos que de una u otra forma han incidido en el departamento. La violencia que se vivió en municipios como Quinchía y Pueblo Rico, las tragedias producto de fenómenos como terremotos; derrumbes; inundaciones; entre otras.
En materia de salud la principal petición fue buscar alternativas, para que las EPS paguen la enorme deuda de $288 mil millones que tienen con la red de hospitales del departamento.
Por supuesto la seguridad fue una de las solicitudes más recurrente al Presidente, destacando que todos los participantes recalcaron que la delincuencia esta desbordada en todos los municipios y ciudades. Aumentar el pie de fuerza, más herramientas tecnológicas, inversiones sociales en cultura; deporte; entre otros. Dentro de esta materia es importante recalcar que se le solicitó al mandatario nacional una reforma a la justicia ya que la mayoría de delincuentes que son arrestados en flagrancia no pagan penas privativas de la libertad, es decir no son enviados a las cárceles sino que salen inmediatamente a las calles a seguir cometiendo delitos.
Comunidades indígenas
Entre las personas que lograron hacerle peticiones puntuales al Presidente de la República, estuvieron gobernadoras indígenas de Quinchía y Riosucio (Caldas), quienes invitaron al mandatario nacional a entregar tierras productivas para los diferentes resguardos de la región y así permitir que las comunidades alcancen una verdadera autonomía alimentaria y así no tengan que volcarse a las ciudades y poder continuar con la protección de la Madre Tierra. También pidieron mayor seguridad en sus territorios para que sus hijos e hijas no sean reclutados por grupos armados.
Vías, turismo y violencia de género
El estado de las vías secundarias y terciarias es deplorable en Risaralda, los miles de kilómetros de vías rurales que tiene el departamento están tan graves que transitar por algunos de ellos es prácticamente imposible. Esta problemática incide directamente en el turismo, por ejemplo, Quinchía tiene en el Batero uno de los cerros más hermosos e imponentes del país, sin embargo la visita a este ‘tesoro’ natural se ve truncada por el pésimo estado de las vías. Esto también afecta la competitividad porque los campesinos no tienen forma de sacar sus productos a las grandes ciudades para ser comercializados.
Las cifras de violencia de género en el país son alarmantes y parecen no tener freno. Con el propósito de generar una atención a las mujeres víctimas, la propuesta al Presidente de la República fue crear unos espacios donde las mujeres que han padecido la violencia, puedan emprender, apostarle a cultivos sostenibles, todo esto para que no tenga que convivir con sus victimarios.
Paisaje Cultural Cafetero
Quinchía al igual que una gran cantidad de municipios de Risaralda y el Eje Cafetero, se caracteriza por ser parte del Paisaje Cultural Cafetero (PCC), un patrimonio de la humanidad que está amenazado por la perdida de los cultivos de café, por el deterioro de la cultura cafetera (arquitectura, vestimenta, vehículos, entre otros aspectos). Ante el riesgo de que el PCC pueda desaparecer, la comunidad le pidió al Presidente Gustavo Petro avanzar en un Conpes que permita generar inversiones para mantener la declaratoria, para que la siembra de café sea rentable para los campesinos y así no tengan que volcarse al cultivo de aguacate, la ganadería u otras actividades. Igualmente invertir en materia de acueductos rurales y mejorar las condiciones de vida de los campesinos para que estos no tengan que migrar a las grandes ciudades en busca de mejores opciones laborales. Por supuesto la petición más sentida en este aspecto, es que por ningún motivo se permita la megaminería a cielo abierto, ya que esto sería ‘ponerle la cruz’ al PCC y los recursos naturales.