Entre los delitos sexuales se encuentra la explotación sexual infantil, un crimen que sigue latente en Risaralda.
Según cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal, de los 185 presuntos delitos sexuales ocurridos en el departamento entre el 1 de enero y el 31 de marzo de este año, 4 fueron presunta explotación sexual de menores de edad.
Risaralda es uno de los territorios más afectados por este flagelo, ya que tiene el 40% de los presuntos casos del país, porque el reporte de Medicina Legal señala que en Colombia van 10 de estos hechos en el periodo mencionado.
Es preciso mencionar que la explotación sexual de personas de menos de 18 años de edad, consiste en el uso de una persona menor de edad o de su representación para la satisfacción de fantasías sexuales o la generación de lucro, a cambio de una retribución (que puede ser una ganancia, un beneficio o la promesa de estos) para la niña, niño o adolescente o para otra persona.
En Colombia, de acuerdo con datos de la Fiscalía General de la Nación, en el 2020 se presentaron 1425 casos de este crimen, en los cuales se vieron involucradas 2486 víctimas. Por su parte, la línea de reporte Te Protejo (que cuenta con www.teprotejocolombia.org y la App Te Protejo) ha recibido 113 reportes en lo corrido del año.
Explotación sexual infantil en internet
Desde Red Papaz señalan que La creciente interconectividad a través de internet y el acceso a toda clase de dispositivos electrónicos ha facilitado la comisión de este delito. Una de las manifestaciones más preocupantes de este crimen es la transmisión en directo (live streaming) de abuso sexual de niñas, niños y adolescentes.
En marzo de 2022, el Centro de internet Seguro Viguías de Red PaPaz realizó un estudio sobre esta forma de explotación en los entornos digitales, la cual consiste en la transmisión en directo del abuso sexual a una persona menor de 18 años a través de una plataforma de videollamada. En muchas ocasiones, esta transmisión se realiza con el propósito de obtener una ganancia económica. Por ende, un agresor, denominado como consumidor, le paga un monto de dinero a otro agresor, llamado facilitador, quien tiene acceso a una persona menor de edad, para que transmita a través de videollamada el abuso sexual de dicha niña, niño o adolescente. Este crimen es un gran reto para las autoridades, especialmente por el desafío que representa para la persecución y recopilación de material probatorio.
Perfil
Como se mencionó anteriormente, en la explotación sexual infantil en internet suelen haber 3 actores. El consumidor, el facilitador y la víctima.
El perfil del consumidor es: Hombre de edad madura. Residente en países de altos ingresos, como Australia, Estados Unidos e Inglaterra. Realiza los pagos a través de empresas de transferencias de remesas. En el caso del facilitador este la mayoría de las veces es: Mujer joven que hace parte del círculo cercano de la víctima. Residente en comunidades vulnerables de países de bajos ingresos, como Filipinas. Coacciona y manipula a la víctima, diciéndole que su vulneración es necesaria para el sostenimiento económico de la familia.
Entre las consecuencias que sufren las víctimas están: Altos niveles de estrés, desarrollo sexual traumático, sensación de haber sido traicionados por los cuidadores y baja autoestima. Cuadros clínicos de depresión, ansiedad y desconfianza hacia los adultos. Desarrollo de actitudes autolesivas.
Para Carolina Piñeros, directora Ejecutiva de Red PaPaz, este fenómeno tan complejo exige un abordaje integral que tenga en cuenta las posibles respuestas legales, la aplicación de técnicas de investigación proactivas y de desarrollos tecnológicos, así como la articulación global de autoridades.
Pie de foto: En Pereira la llegada masiva de migrantes, ha generado un aumento de la explotación sexual de menores de edad, en la zona céntrica se puede ver niñas buscando clientes.
