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sábado, junio 3, 2023

Su hijo podría sufrir depresión infantil

La depresión infantil es una conducta de salud vital. Trastorno mental que se caracteriza por unos síntomas muy precisos, muy importante que los padres los tengan presente y poder detectarlos para que de esta manera puedan acudir a un profesional de salud mental y también desde casa hacer un acompañamiento.

Síntomas
Los niños presentan cambios en el comportamiento y en otras divisiones que caracterizan al ser humano.
– La tristeza, es una emoción primaria, pero esta acompaña en gran medida lo que es el trastorno, hay que tener presente que los síntomas pueden presentarse de diferentes maneras en cada niño, teniendo presente que cada persona es un mundo diferente.
– Muchísimo llanto, más de lo acostumbrado.
– Silencios, cambios en el tono de la voz. Ellos tienen un proceso desarrollado de lenguaje, pero pueden empezar a hablar más suave o más agresivo, o quizá a no hablar.
– Poca expresión.
– Cambio en la ingesta de alimentos, se disminuye el deseo o aumenta.
– Falta de sueño, temores nocturnos.
La doctora Diana Sirley Roja, Magíster de Psicología en Salud, explica que el niño puede iniciar presentando bajo rendimiento académico, agitaciones psicomotoras, miedo a estar solo, aumento de pataletas y quejas y necesidad de aferrarse; querer estar más con ese adulto o cuidador primario.

Causas de un trastorno depresivo
Hay que tener presente que los niños son más susceptibles ante cualquier situación de tensión, problemas u obstáculos que se puedan presentar. Conductas frente a una pérdida que presentan un duelo, como cuando se muere una mascota, la falta de un ser querido o ante una separación.
Por lo tanto se presentará dificultad para separarse en el entorno familiar o fantasías de volver a reunirse con ese familiar, ideas de querer estar con esa personas, sentimiento de culpa sea propio o por no haber sido bueno niño con esa persona o animalito, dolor de estómago, dolores musculares o poco apetito, episodios de ansiedad como preguntar constantemente por ese ser querido.

Frente a una tristeza
Los niños pueden presentar llanto ante una pérdida, pero no falta de autoestima. Los niños tienen episodios o sentimientos negativos durante el trastorno, se afecta el autoestima, mayor autocrítica, sentimientos de desinterés.

Tiempos
Se empieza desde los 2 o 3 años hasta la adolescencia, depende de la situación que esté viviendo el menor. Los síntomas son distintos en estos rangos de edades, por ejemplo, si el niño ya tiene control de esfínteres empieza a perderlos, a tener irregularidad en ellos, comportamiento de aferrarse. En los jóvenes puede haber dificultad para expresarse, presentar agresividad en sus palabras o actitudes, mayor apatía, no quiere compartir con sus padres, la tristeza es transitoria, dificultades en el sueño y bajo rendimiento académico.

Según la OMS, “la depresión es un trastorno mental frecuente que se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración”. Cuando una persona está triste, no necesariamente se encuentra deprimida; “la depresión es distinta de las variaciones habituales del estado de ánimo y de las respuestas emocionales breves a los problemas de la vida cotidiana”.

Es una enfermedad que puede volverse crónica y disminuir la capacidad de las personas de trabajar, estudiar, socializar o ejecutar algunas de sus actividades cotidianas; dependiendo del número y de la intensidad de los síntomas, los episodios depresivos pueden clasificarse como leves, moderados o graves. Las personas que sufren de depresión grave necesitan tratamiento; ellas pueden pensar, intentar o lograr suicidarse. Si la depresión es leve, se puede tratar sin necesidad de medicamentos.

Según expertos, se debe tener claro que la depresión es una enfermedad como lo es la varicela, la gastritis, y como tal, requiere atención de los especialistas. No es una cuestión que pueda superarse con fuerza de voluntad y tampoco se trata de llamar la atención por un ‘mal comportamiento’ sino, conocer al hijo para reconocer que esas actitudes no van con él o ella.

Dato: En la adolescencia los trastornos más frecuentes son la ansiedad, fobia social y depresión; la ideación suicida se presenta en el 6,6 % de esta población (7,4 % en mujeres y 5,7 % en hombres). En la adultez, el 6,7 % ha experimentado trastornos afectivos.

 

Para estar informado

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