El Día Internacional de Conmemoración del Holocausto, es una fecha emblemática para conmemorar a las víctimas del nazismo. El terror asesino de Hitler fue dirigido contra millones de personas por cuestiones raciales, de nacionalidad, o de ideología política. Sin embargo, hay un hecho menos conocido y es que entre las víctimas de los nazis estuvieron miles de Testigos de Jehová, que sufrieron por su fe cristiana. Ellos, también conocidos entonces como Estudiantes de la Biblia, fueron “el único grupo en el Tercer Reich que fue perseguido únicamente sobre la base de sus creencias religiosas”, señala el profesor Robert Gerwarth.
El régimen nazi calificó a los Testigos como ‘enemigos del Estado’, según la historiadora Christine King, debido a “su negativa pública a aceptar el más mínimo elemento del nacional-socialismo que no encajara con su fe y creencias”.
Por motivos religiosos, los Testigos adoptaron una postura políticamente neutral y se negaron a hacer el saludo «Heil Hitler», a participar en actos racistas y violentos, o a unirse al ejército alemán. Además, en su literatura denunciaron públicamente la maldad del régimen, incluido lo que les estaba pasando a los judíos, afirmó King.
En Colombia, más precisamente en Pereira donde hay alrededor de 2.400 Testigos de Jehová, ellos se sumaron a esta conmemoración con el propósito de no olvidar los millones de víctimas que dejo el Holocausto nazi.
Hay que tener en cuenta que los Testigos estuvieron entre las primeras personas enviadas a campos de concentración y se les asignó una identificación exclusiva: el triángulo púrpura. De los aproximadamente 35.000 Testigos en la Europa ocupada por los nazis, más de un tercio sufrieron persecución directa. La mayoría fueron arrestados y encarcelados.
Cientos de sus hijos fueron llevados a hogares o reformatorios nazis. Unos 4.200 Testigos fueron enviados a campos de concentración nazis. Se calcula que murieron 1.600 Testigos, 370 por ejecución.