Los dos deslizamientos de material rocoso y lodo que han impedido el tránsito normal hacia este corregimiento, ya tienen pensando a sus habitantes y a todas las personas que por una u otra razón lo visitan. El asunto está en que si bien La Florida es una zona de alta pluviosidad, las lluvias en general no han estado tan generalizadas en Pereira, como meses atrás.
A finales de marzo se supo del problema arriba del sector de Las Peñas, cuando los trabajadores de la finca Buenos Aires dieron alerta al propietario de un pedazo de terreno que se había desprendido, según ellos por la fuerza de un rayo que cayó la noche anterior,
El lunes 10 de abril en horas de la noche, cayó por primera vez material sobre la vía, lo que puso a hacer trasbordo a los usuarios de servicio público y paró las actividades comerciales que en los dos sentidos se dan entre La Florida y Pereira. En esa oportunidad, 12 personas que habitaban las tres casas que se encuentran en la margen del río fueron evacuadas preventivamente.
Los desalojados conforman tres familias, entre ellos hay siete adultos mayores y no se reportaron menores de edad. Entre los seres sintientes hay dos cerdos, cuatro gatos, cinco perros y cuatro gallinas para un total de 15. La Diger otorgó concepto de evacuación, pero dos de las familias firmaron desistimiento del subsidio de arrendamiento temporal.
En concepto del director de la Carder
En la madrugada del 22 de abril, se volvió a presentar la misma caída de material en el mismo lugar de casi dos semanas atrás, lo que dejó un estrecho paso a un carril, pero que así como la alerta volcánica, la naturaleza está avisando que algo grande puede ocurrir si no se actúa a tiempo.
Por parte de la alcaldía de Pereira, son pocas las respuestas que se pueden encontar salvo que se envía la maquinaria amarilla y la cuadrilla para las labores de despeje de la vía, porque para una intervención de cualquier tipo, no hay los recursos suficientes. Por estas razones se consultó a Julio César Gómez, director de la Carder, quien explicó:

“Realmente el daño geológico que ha venido afectando ahí, necesariamente tiene que ver con daños antrópicos (producidos por actividades humanas desarrolladas a lo largo del tiempo) al hacer modificación en los usos del suelo, como son en pendientes de más de 60 grados de inclinación, hacer actividad agrícola o ganadera, no tener un buen manejo de aguas en la corona, hace que esos suelos se colmaten o se llenen de agua y terminen en avalanchas”.
Gómez también invitó a recordar que esos terrenos y más en La Florida, los suelos provienen de ceniza volcánica, lo que los hace terrenos muy jóvenes, que como dicen los geólogos, no tienen una buena mecánica o buen soporte para que no sucedan avalanchas. “Lo que hay que entrar ahí a resolver es, primero, el tema de la humedad y segundo, los estudios que están adelantando ahora, mirar cómo ese suelo que está desconfinado osea que está suelto se remueve. Inicialmente hay una confinación temporal de emergencia, pero eso tiene que tener un confinamiento definitivo y hay que dejar un área de protección muy grande y seguirla observando”.
Para esto último, el director comentó que el municipio instaló en la zona algunos sensores para verificar la patología estructural de ese suelo, para ver cómo se comporta y saber si va a seguir habiendo desconfinamiento del mismo.
Cifra
3.000 metros cúbicos de tierra aproximadamente pueden venirse abajo desde la finca Buenos Aires, en la zona alta.
La Florida, así como Altagracia, son dos de las más grandes despensas de Pereira y los problemas que presentan van más allá de soluciones inmediatas, como si nada de fondo sucediera.